El PP sostiene que el futuro de Lavacolla está no solo en captar líneas de bajo coste y lograr nuevos vuelos con Europa y América sino también en las infraestructuras, en su conexión con la AP-9 y el AVE. «Esa es la batalla de Lavacolla» y la propuesta popular frente «a los lamentos y el quejío» de Bugallo, a quien Conde dice que ha llegado el momento de «rendir cuentas a los ciudadanos», el momento «del cambio», porque «25 años son muchos para que una ciudad soporte un proyecto político agotado». Y «tenemos ganas de gobernar». El popular cuestionó igualmente las críticas del alcalde por los accesos a la Cidade da Cultura cuando el único existente, desde Fontiñas, lo hizo la Xunta, dice, cuando el principal ha de ser con la AP-9, «y ni está en su ampliación», y cuando nada se sabe del comprometido por Raxoi desde Castiñeiriño.
Ni la celebración de los 25 años de la declaración de Santiago como Patrimonio de la Humanidad se escapó a sus críticas. El PP entiende que el gobierno quiere hacer de esa efemérides una cuestión electoral y «no tolerará» que se «juegue electoralmente con cuestiones de naturaleza institucional». Critica que los principales actos se vayan a celebrar en abril, a un mes de las elecciones, y que se «oculte» a personas que participaron en esa declaración y en la elaboración del pliego para la redacción del Plan Especial del casco viejo, que se hizo bajo el gobierno del popular Ernesto Viéitez. «Se quieren colgar medallas que no les corresponden». Y Santullano replica que los procesos electorales no pueden paralizar el gobierno de la ciudad, que seguirá, aunque «separado de la campaña, como siempre».