Santiago se prepara para recoger los frutos

X.R. SANTIAGO/LA VOZ.

SANTIAGO

La política industrial deberá despegar de nuevo con la apertura de una extensa área en A Sionlla

09 ene 2011 . Actualizado a las 02:00 h.

El nuevo año ha llegado, como Zampanó en la crisis, y la ciudad se apresta a recibirlo y dotarlo con las mejores galas posibles y los recursos limitados. El Xacobeo se ha ido, queda su estela en el horizonte, y la ciudad buscar continuarla de alguna forma con acontecimientos como el 800 aniversario de la Consagración de la Catedral, con fecha de franqueo en abril. Abril es este año el mes protagonista, con grandes eventos encerrados en esa treintena.

Pero en el seno del 2011 bulle, junto al novedoso evento jubilar, un montón de iniciativas que llegarán a puerto o tendrán en esta temporada el punto de partida. Hay actuaciones importantes que han logrado salvar los trastos y pasar por encima de los momentos críticos, y al frente de todas hay que situar la apertura del nuevo aeropuerto.

Abril será el mes inaugural con la presencia del ministro José Blanco, que le dio un giro a una actuación que llevaba más de dos años empantanada. Desde entonces, las obras se desarrollaron a a un ritmo elevado y el nuevo Lavacolla ya está casi listo y con reservas suficientes recogidas en el plan director. Es una terminal diseñada para los retos del futuro, lejos de los 2,2 millones actuales y cerca de los 4. El envés de la obra son las rutas, vuelos y frecuencias que habrán de darle contenido a las nuevas instalaciones. El panorama, en estos meses iniciales, no es el más halagüeño.

No será el único punto inaugural de trascendencia en ese mes. En el Hórreo el mismo Ministerio cortará otra cinta de gran calado para el tráfico de la ciudad, como es el paso subterráneo bajo esa avenida. Las temibles previsiones iniciales se vieron sustancialmente reducidas y el túnel ya está hecho y a la espera de las acciones interiores y la urbanización final, tras una inyección de más de veinte millones de euros.

Viajando algo más hacia el sur se advierte la plataforma y trazado de la alta velocidad, que verá puesto el ramo en noviembre con el viaje inaugural del ministro, alcalde y otras autoridades entre Ourense y Santiago. Una cumbre vial que tendrá su segunda parte con la adjudicación de la estación del Hórreo.

Las grandes travesías, financiadas por la Xunta, estarán rematadas en su totalidad en este ejercicio y cerrarán el gran paquete de intervenciones viales. Otro hito vial en el año vigente, que pone en valor y convierte en calles amplias tres carreteras con trazado urbano.

En la punta norte de la ciudad hay que situar una iniciativa que hay que no queda más remedio que calificar de histórica, dado el largo período de aridez que le precede, y es el extenso parque industrial de A Sionlla. Los aperitivos de Costa Vella y la nueva parcela de Boisaca no fueron capaces de contener la marea de demanda industrial en la ciudad, y A Sionlla llega como gran alivio con sus 1,4 millones de metros cuadrados, la mitad para la ubicación de las naves. El suelo estará urbanizado este año y listo para acoger empresas. Y, de nuevo en abril, serán adjudicadas las obras de dos polígonos adláteres de menor superficie en Costa Vella y Romarís.

En el plano residencial, con el área de A Pulleira en trámite (2.200 viviendas), más de un millar de viviendas protegidas darán un techo a miles de habitantes nuevos en O Castiñeiriño.

En el transcurso de este año está prevista la contratación de un proyecto esencial, y uno de los que más tinta han hecho verter en las últimas dos décadas, como es la depuradora de Silvouta. Esa es la previsión, pero hay que ponerla entre interrogantes a la vista de la experiencia y las complicaciones que está habiendo en la actualidad con el proyecto y su ubicación.

Un plan que comenzará a andar este año, tras los tanteos del anterior ejercicio, es el Urbana, que encierra destacadas iniciativas para la ciudad.

La Universidade continuará la tarea de dotarse de centros científicos y del campus da Saúde, e inaugurará un edificio emblemático para la institución y para la ciudad, como es el Museo de Historia Natural en la finca de Simeón. Las obras están en la fase final.