La Asociación Aprende a escoitar llevará actividades a las residencias de la tercera edad

M.M. SANTIAGO/LA VOZ.

SANTIAGO

26 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Un grupo de jóvenes pusieron en marcha hace cuatro años una asociación en Ferrol con el objetivo de dinamizar la vida de los mayores internos en residencias. Por entonces, Aitor Bouza, presidente de la Asociación Aprende a escoitar, solo tenía 15 años y ahora, casi recién llegado a la Facultade de Dereito de Santiago, ha promovido el nacimiento de la delegación compostelana de este colectivo. Ya cuenta con la colaboración de diez voluntarios, entre ellos Marta Carreira, responsable de la delegación de la capital gallega.

Esta asociación fue presentada ayer en el Concello de Santiago de la mano de la concejala de Benestar Social, Mar Martín, quien mostró el interés del Concello por contar con este colectivo para la puesta en marcha de actividades dirigidas a los mayores bajo el título de Divertindo aos maiores.

La Asociación Aprende a escoitar propondrá a las residencias de Volta de Castro y Porta do Camiño sus actividades lúdicas, sociales, culturales y de formación. Todas las propuestas se adaptarán, según explicó Aitor Bouza, a las características de cada mayor.

Bouza indicó que, por su experiencia en Ferrol, los mayores reciben bien estas actividades y «o mellor é o moito que nós temos que aprender deles; trátase de fomentar as relacións entre xeracións e demostrarlles que teñen moito que dar e facer, que se sentan útiles, porque o son». Las actividades se desarrollarán solo los viernes, debido a las ocupaciones académicas de los voluntarios, y se espera poder comenzar en noviembre.

Las propuestas van desde juegos de cartas, torneos de bingo, bailes de salón, karaoke, ejercicios físicos adaptados, técnicas para mejorar su confianza, el compañerismo y la solidaridad y otras de formación como charlas sobre temas de actualidad o del pasado como la Guerra Civil, talleres de lectura y ejercicios de memoria.

Aitor Bouza indicó que «os maiores teñen moito que contar e nós podemos aprender deles; teño a sensación de que os maiores institucionalizados están esquecidos».