La pirotecnia de Brión se aleja del área urbana y se traslada a una zona rural poco poblada

Emma Araújo SANTIAGO/LA VOZ.

SANTIAGO

12 sep 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Los vecinos de la parroquia de Os Ánxeles duermen desde hace semanas bastante más tranquilos después de que la empresa Pirotecnia López abandonase definitivamente las instalaciones que tenía cerca de la comarcal de Noia, a escasos metros de varias viviendas y relativamente cerca de una gasolinera, en límite con Ames.

La pirotecnia ocupa ahora una finca en el paraje de Cubelas en la parroquia de Santa María de Viceso, un emplazamiento que según reconoce el regidor brionés, Xosé Luís García, «está nun lugar moi alonxado, no medio do monte e con todas as medidas esixidas para este tipo de instalacións».

En cualquier caso, las dependencias ahora cerradas y completamente vacías, también tenían los papeles en regla, una documentación obtenida mucho antes de que el bum urbanístico en el Val de A Maía hiciese proliferar edificaciones y empresas en las inmediaciones del taller pirotécnico. Precisamente por ello, el traslado de la empresa desde Os Ánxeles a Viceso se hizo de mutuo acuerdo entre el propietario de Pirotecnia López y el Concello.

El cambio tardó más de lo previsto por la numerosa documentación requerida para este tipo de negocios. La licencia provisional para la obra de la la nueva sede de Cubelas data del 5 de agosto del año pasado. Pero hasta el 26 de mayo de este año no llegó la autorización de la Delegación del Gobierno, un trámite que hubo que completar con el preceptivo plan de seguridad ciudadana de la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil no fue oficial hasta finales de abril. La licencia definitiva llegó el 8 de junio.