El profesor de la USC atribuye a esa alimentación, basada en productos cocidos y al horno, y a comer vigorosamente, que los gallegos crezcan sanos y sean más altos
24 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Como «un éxito das mulleres galegas», por los ingredientes utilizados y hacerlo con creatividad, calificó Xavier Castro, profesor de la Facultade de Historia de la USC, el que se mantuviese la dieta atlántica como característica de la comunidad. Basada en consumir mucho más pescado o vegetales que en otros modelos de alimentación, y en la cocción y el horno, favoreció que, durante siglos, Galicia fuese un espacio muy poblado, y que sus habitantes se caracterizasen por estar «ben mantidos», además de «ser vigorosos» y con una estatura superior a la media de España.
Xavier Castro presentó en el Paraninfo el libro Yantares gallegos. Historia de la dieta atlántica , editado por la USC. El volumen hace honor al título y era una necesidad, según manifestaron el aún rector Senén Barro, el pediatra Rafael Tojo y el endocrinólogo Aniceto Charro, quienes no ahorraron elogios para este trabajo, que sigue la mejor tradición de la investigación en historia de la alimentación en Galicia de la Facultade de Historia, según se destacó.
En 290 páginas el estudio parte de la Edad de Hierro, cuando la dieta castreña se basaba en alimentos obtenidos de la explotación del mar y la tierra mediante la caza, la recolección, la agricultura, la ganadería, la pesca y el marisqueo, y estableció así bases que aún perduran.
De la Prehistoria y la Antigüedad pasa a la Edad Media, a la que se refiere como «tiempo de frailes y castañas», y se ocupa de cuestiones como La empanada del Maestro Mateo y Gelmírez o de la influencia del Camino de Santiago. Pasa después al Antiguo Régimen: el tiempo del pan de maíz; para alcanzar la época contemporánea, en la que distingue hasta 1950 y el último medio siglo.
También la dieta atlántica contribuye a que en Galicia se introdujesen menos que en otros lugares la denominada «comida basura», sostiene este experto.
Aunque no todo es comer. El libro cuenta igualmente cómo se hace, con cordialidad, «a modo», con el gozo de compartir mesa con otras personas.
Por eso aventuró que esta dieta «ten un extraordinario futuro» y hay que asumirla y promocionarla de forma que Galicia sea el centro de su bien hacer durante tantos siglos de experiencia, indicó.