«No entiendo lo que es Bolonia y tengo amigos catedráticos que tampoco lo entienden»

La Voz

SANTIAGO

06 mar 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Golpe apunta que antiguamente los estudios de Medicina eran más teóricos y hoy predomina la práctica, en medio de avances y nuevas tecnologías. Pero antes, en las distintas facultades, existía la ventaja de una mayor interrelación: «Conocíamos a todos los profesores y había más vis a vis. Lo que veo hoy peor es que falta esa unidad».

¿Bolonia? «No entiendo lo que es eso y tengo amigos catedráticos que tampoco lo entienden», dice un hombre que considera imprescindible la cultura en el ámbito universitario. Tampoco comprende por qué se han hecho tres universidades, aunque murmura una palabra en plural: «Localismos». A su juicio, se duplicaron diversas especialidades cuando «lo lógico sería una distribución racional» en distintas localizaciones. Además «edificios se pueden hacer los que se quiera, pero el profesorado no se inventa».

La evolución de la ciudad presenta luces y sombras. «Santiago era una ciudad pequeña y pasó a ser una ciudad grande e incómoda. En realidad para mí sigue siendo una ciudad pequeña con un pueblo grande alrededor». Y vuelve a sus añoranzas: «Es que nos conocíamos todos y los catedráticos eran unos personajes. Ya sé que para los modernos es de carcas, pero es lo que vivimos en aquella época con sus limitaciones».

Del Santiago actual le ponen morros al tráfico y a la falta de civismo a la hora de divertirse: «Uno se puede divertir sin hacer daño». Le agradan intervenciones, como la de Caixanova en el Preguntoiro, en un inmueble en el que «deterioraron gravemente el palacio del Mercantil para albergar los almacenes del Pilar». ¿El casco viejo? «No tiene desperdicio ninguno de sus rincones».