La autovía de Brión ya es la única de la red autonómica limitada a 100

María Hermida / Enma Araújo

SANTIAGO

20 feb 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

En la red de carreteras autonómica figuran un total de cinco autovías: las de Barbanza y O Salnés, la que va hacia Noia y las que llevan de Ferrol a Vilalba y de Dozón hasta las tierras ourensanas. Tras los cambios realizados en los últimos meses, en cuatro de esas carreteras está permitido pisar el acelerador hasta los 120 kilómetros por hora. La excepción es el vial que arranca desde la capital gallega hacia la comarca noiesa, es decir, los casi trece kilómetros de trazado que hay entre Santiago y Brión. Que se trate del único firme de estas características con señales de 100 por hora ha hecho que se abra un debate en torno a si debería cambiarse esta limitación.

Al revés que pasó en sitios como Barbanza, donde fueron los concellos y los empresarios los que movieron ficha, en el caso de la autovía que en el futuro llegará a la villa noiesa quien habló primero fue la Xunta de Galicia. Desde la consellería indicaron que están estudiando la posibilidad de incrementar la velocidad máxima permitida.

Dos eran los argumentos que esgrimían desde la Administración autonómica: que buena parte de los usuarios rebasan ese límite con asiduidad y que la Xunta busca aplicar los mismos criterios para regular las velocidades en las carreteras de su competencia.

Si la Administración tiene esos dos argumentos, podría pensarse que el camino está bastante expedito para que se cambie la señalización. Pero no todo es liso y llano. En su momento, cuando se inauguró la carretera, se habló de que los técnicos recomendaban que el límite fuese de 100 por hora porque se trataba de un vial de pocos kilómetros con varias salidas. Tiene solamente 12,6 kilómetros y una entrada en A Rocha, conexiones en Aldea Nova, Bertamiráns y Os Ánxeles y la salida en Gundín, una intersección cada 1.200 metros como promedio.

Los enlaces

En las otras autovías de la red gallega, aunque disponen también de numerosas salidas -en la de Barbanza, por ejemplo, hay una decena de enlaces- su recorrido es, en algunos casos, bastante más elevado. Por ejemplo, la de Vilalba a Ferrol, con un tramo recién inaugurado, tiene 56 kilómetros. Y la barbanzana cuenta con unos cuarenta. Aunque, eso sí, la de O Salnés y la que va de Dozón hacia Ourense, aunque también tienen un límite de 120, únicamente disponen de 17 y 18,3 kilómetros respectivamente.

De esta manera, es difícil saber qué decidirá la Xunta al respecto. Además, puede que ocurra como en Barbanza, que la consellería tardó meses en dar a conocer su veredicto. Y eso que durante la campaña electoral el PP insistió en que era necesario cambiar urgentemente los límites de velocidad de la autovía, sobre todo, porque como se intercalaban señales de 100 y de 120 provocaban confusión al conductor.

Casos diferentes

Precisamente, ayer, al preguntarle al diputado Manuel Ruiz Rivas por este asunto -él fue una de las personas que más veces reclamó que se modificase la velocidad en la arteria viaria barbanzana- su respuesta era la siguiente: «Creo que estamos ante casos moi diferentes, en Barbanza o condutor chegaba un momento que non sabía a que velocidade tiña que ir, de aí a necesidade de cambiar».