Las plataformas toman posiciones de cara a los comicios del rectorado

SANTIAGO

Converxencia Universitaria pivota entre Casares Long y la PUP a la hora de firmar un pacto plebiscitario

01 nov 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Los juegos políticos de cara a las próximas elecciones a rector en la USC han comenzado. Si hace unos meses el que era vicerrector de Relacións Institucionais, Lourenzo Fernández Prieto, dimitía de su cargo, entre otras cosas, para articular una candidatura independiente de la plataforma Universidade Aberta (que hasta ese momento era parte de un pacto entre los tres colectivos docentes de la USC), las últimas novedades en cuanto a la carrera por el rectorado llegaban de la mano de la ex conselleira de Educación y profesora de Xenética de la Universidade: Laura Sánchez Piñón valoraba presentar candidatura para convertirse en la primera rectora de la institución académica más importante de Galicia.

El principal problema de Piñón parecía ser la dificultad a la hora de buscar apoyos, entre la comunidad universitaria, puesto que busca una candidatura abierta y plural. A su vez, suena como rectorable bajo la protección de la PUP el actual vicerrector de Profesorado e Organización Académica, Juan Viaño Rey, quien en un primer momento afirmó sentirse sorprendido por una posibilidad que «nin teño plantexada nin resolta». Ahora, y según comenta el propio Viaño, sí la tiene planteada, «pero aínda non resolta». En todo caso, lo que todavía no está claro es si Laura Sánchez Piñón buscará el apoyo necesario dentro de la plataforma del actual rector, Senén Barro, o a través de un grupo de independientes.

El que sí apuesta por desmarcarse de plataformas universitarias es Juan Casares Long, rival que empató con Senén Barro en los últimos comicios y que tras su promesa de desbloquear el acceso a cátedra de casi medio centenar de profesores acreditados por Aneca se convirtió en otro candidato a rector de facto. Esta semana, Casares Long evitaba explicitar su candidatura argumentando, como el resto de plataformas, que «aínda é moi cedo» para iniciar las negociaciones políticas, puesto que el mandato de Senén Barro termina el próximo mes de marzo. «É apresurado comezar a facer quinielas, porque o risco de non acertar é alto», advierte Casares Long.

Conversaciones

La que sí lleva la delantera a la hora de preparar unas elecciones marcadas por la expectación es Converxencia Universitaria. Y es que según confirman, ya ha habido alguna conversación con Juan Casares Long para acercar posiciones de cara a un posible pacto electoral. Con quien sí mantienen conversaciones regulares es con la Plataforma Universitaria Progresista, puesto que son socios de gobierno: tres de los vicerrectores, José Manuel Mayán Santos, Dolores Álvarez y Begoña Barreiro, son parte del colectivo docente más conservador. «Haberá que votalo en asemblea», explicaban esta semana desde CU, quien insiste en que no hay nada decidido.

El que sí ha plantado cara al actual equipo de gobierno y ya confirma que habrá una candidatura independiente es Elias Torres, portavoz de la plataforma universitaria nacionalista. Y es que lo que creen es que «podemos ser colaboradores con certa experiencia e visión universitaria». Esta semana tampoco quiso confirmar si Lourenzo Fernández Prieto será el cabeza de lista de Universidade Aberta, y se limitó a explicar que a su juicio el actual equipo de gobierno de la USC carece de legitimidad desde que se iniciaron las dimisiones en cadena de los vicerrectores de corte más nacionalista en el seno del rectorado.

Por eso, continúan argumentando que se hace necesario que el actual cabeza visible de la USC se someta «á confianza do Claustro» o, en todo caso, adelante las elecciones, que previsiblemente serán en el mes de mayo, ya que Barro anunció en su día que agotará su mandato y también que no avalará candidaturas dentro de su plataforma.

«Universidade Aberta non ten vocación hexemónica», sentenció Torres, quien también aduce a que con estas elecciones se abre una etapa nueva en el que «o modelo de plataformas está obsoleto como tal».

Las críticas de Universidade Aberta, que rompió el pacto de gobierno suscrito con la PUP y Converxencia Universitaria a principios de este año, se centran sobre todo en la «falta de transparencia» de los progresistas y en que, según Elias Torres, tienen «unha grave desorientación», reflejada en conflictos como el de la Facultade de Medicina o con el proyecto de Campus Vida. «Fanse cousas aquí e alí, pero non hai un programa universitario compartido», comenta el portavoz de los nacionalistas.