Santa Minia reunió a más de cincuenta mil personas de Galicia y el norte de Portugal

La Voz

SANTIAGO

28 sep 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Las fiestas de Santa Minia, celebradas a lo largo del fin de semana, superaron todas las previsiones de los organizadores, consiguiendo reunir a más de 50.000 romeros llegados de toda Galicia y norte de Portugal. A ello contribuyó, sin duda, el magnífico tiempo que acompañó durante todo el fin de semana, con un calor que invitaba a muchos romeros a refugiarse bajo las sombras de la carballeira de Santa Minia, en la que no faltó la buena música de charangas como NBA y Os Celtas de Negreira y la sesión vermú del grupo Aramio.

Ayer, día grande de Santa Minia, fue el de mayor afluencia de público, con una marea de gente que emocionaba a Hipólito Berdullas, responsable de la organización. «É impresionante -exclamaba-, no entorno do paseo de Pedrouzos hai aparcados ducias e ducias de autobuses de todas partes de Galicia: de Muxía, de Lugo, de Ourense, ... e ata hai excursións que viñeron dende Viana do Bolo»

Los organizadores hablaban de alcanzar las 50.000 personas pero, tras la marea de gente que acudió en la noche del viernes, ya preveían que a media tarde de ayer superarían esa cifra, como así fue. La quema de la fachada de la capilla de Santa Minia y los fuegos de artificio a cargo de la Pirotecnia López reunieron a más de 10.000 personas en el entorno de la carballeira, muchas de las cuales disfrutaron hasta altas horas de la madrugada con la orquesta Compostela y el Grupo Assía.

La jornada del domingo destacó principalmente por la parte religiosa de esta romería. Paralelamente, las cinco pulperías instaladas en el entorno de la carballeira no dieron abasto en algunos momentos. Con un precio de 14 euros por ración de pulpo o de churrasco, fueron miles las personas que cumplieron con la tradición de comer el pulpo en Santa Minia. Otros, los menos, trajeron mesas y sillas y «acamparon» en algunos de los muchos rincones verdes de la parte trasera de la carballeira.

Las nuevas plazas de aparcamiento dispuestas por el concello de Brión, que este año habilitó tres zonas nuevas para aparcar muy cerca de la capilla, hicieron que el tráfico fuese muy fluido en las horas de mayor afluencia. En la avenida de Santa Minia y el entorno de la carballeira había dispuestos más de 300 puestos de dulces, embutidos, ropa, ferretería y máquinas de coser antiguas.