A la espera de que el conflicto se solucione, los vecinos optaron por adquirir un generador que funciona con gasoil para así disponer de una mínima potencia energética que les permita disfrutar de algo tan simple como agua caliente para poder lavarse y energía suficiente para poder cocinar, y así sobrevivir mientras tocan todas las puertas y relatan todos sus pasos para lograr que alguna administración o empresa mueva ficha y tome cartas en este asunto.
Pese a que siguen en la brecha, entre los vecinos el desánimo crece de forma exponencial, ya que con la ley y las normativas en la mano, la suministradora de energía eléctrica tiene potestad para cortar el suministro por el impago del recibo y no es posible instalar contadores individuales para enganchar la red en las casas porque el fin de obra no está certificada porque la empresa le reclama una deuda al promotor, que dice que no está en condiciones de abonar.