Universidade Aberta defiende mantener el actual pacto del gobierno universitario y poner fin a los proyectos en marcha. Los 14 meses de mandato estarán condicionados por dos elementos, como la nueva Xunta, que se calcula tendrá definido su organigrama en mayo; y el desarrollo del Plan Bolonia y sus consecuencias.
Una cuestión central es la financiación. Pérez Touriño había realizado unas promesas que se desconoce si las va a mantener Feijoo. La Xunta dedica actualmente a las universidades el 0,69% del PIB autonómico, mientras las comunidades más generosas se sitúan en el 1,1-1,2%. El objetivo era alcanzar el entorno del 1,5% para repartir entre las tres universidades gallegas, pero el resultado de las elecciones autonómicas deja todo en el aire. Se considera que no habrá tiempo material -pocas semanas después de la toma de posesión de la nueva Xunta será ya período veraniego- para proponer nuevas iniciativas.
El pacto UA y PUP atraviesa tensiones desde el pasado verano, cuando UA exteriorizó su descontento por las «decisións non consensuadas e mesmo arbitrarias» y la «falta de transparencia» de sus socios, que entendían contrariaban lo acordado.