Actores involuntarios de la vida real

Ana Carolina Moreno

SANTIAGO

Cuatro profesionales de atención a las víctimas de accidentes de tráfico presentaron sus historias sobre jóvenes que, equivocadamente, se creían inmunes a esas tragedias

20 feb 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Se notaba que no eran actores por el nerviosismo que dejaban escapar mientras hablaban en el micrófono, bajo las luces de un palco y delante de cerca de 150 estudiantes. Pero lo preferirían hacer todos los días, si eso significara que no tendrían que ver a más jóvenes como aquellos -ojalá que no los mismos- atrapados y heridos dentro de coches accidentados en las carreteras gallegas.

Para aprovechar al máximo la hora de atención que los más de cien chavales y las cerca de 50 adolescentes les dieron ayer en la Facultad de Derecho, los miembros del Road Show -un policía, un bombero, una médico de primera atención y un doctor-, recontaron sus historias más traumáticas, enseñaron sus herramientas de trabajo y rogaron que la gente pierda, por fin, la idea de que eso no va con ellos.

Las fiestas de carnaval fueron especialmente citadas. «Estamos esperando al muchacho que va a ser cliente mío este fin de semana, porque desgraciadamente va a pasar», explicó Antonio Rodríguez Sotillo, experto en lesiones medulares.

El momento más conmovedor fue cuando Juan Gutiérrez subió al palco. Necesitó de la ayuda de cuatro personas para que su silla de ruedas pudiera subir el escalón, y habló sobre la noche que acabó con su vida y le obligó a empezar una nueva. «Cometí el error de sentar en el coche con una persona que había bebido», dijo el único superviviente de los cinco ocupantes de un coche que chocó contra un muro a cien kilómetros por hora.

Un día después de que murieran dos personas en accidentes en Santiago y en Ordes, el espectáculo multimedia sobre seguridad vial llegó a la capital tras presentarse ante más de 30.000 personas en España. En lo que va del año, ya son 30 las víctimas en las carreteras de Galicia.

Los tres villanos de los jóvenes gallegos, según los profesionales que intentan salvarlos, son el trazado de las carreteras, el clima húmedo y ellos mismos, cuando conducen a velocidades inadecuadas, después de ingerir alcohol y drogas o sin la prudencia necesaria.