Las elecciones de Políticas deben repetirse antes de un mes y en urna

SANTIAGO CIUDAD

06 feb 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Recurrible o no, lo cierto es que el proceso electoral al decanato de la Facultad de Ciencias Políticas resultaba, como poco, cuestionable. Finalmente, la Comisión Electoral Central de la USC, tras la impugnación presentada por uno de los candidatos a este puesto (Ramón Bouzas) y la queja de una asociación estudiantil, ha decidido anular la votación realizada el 21 de enero de este año, en la que había sido reelegida la actual decana en funciones, Nieves Lagares.

Desde la Secretaría Xeral admiten que no existe en la USC un precedente similar. En ocasiones ha sido necesario anular votaciones a decanatos o direcciones de escuelas, pero por problemas relacionados con los recuentos de votos, nunca por una serie de irregularidades como las que se registraron el pasado mes de enero. Además, en los casos en los que se presentaron anomalías, la diferencia de votos era tan determinante que de ningún modo habría afectado al recuento definitivo, como en esta ocasión (hubo 21 votos a favor de un candidato, y 18 a favor de otro).

Las irregularidades denunciadas en la Comisión Electoral fueron varias. Por un lado, el hecho de que el día 20 de enero, un día antes de la votación, se decidiese cesar al vicedecano, Miguel Bastos, (y candidato a decano), y nombrar a una sustituta, que además de ser cónyuge de Bastos, logró el derecho a voto con su nuevo cargo.

Otra de las irregularidades denunciadas es la falta de garantía del secreto del voto, que se hizo depositando en una mesa medio folio doblado con el nombre del candidato; y, finalmente, que se desconvocara a dos miembros del censo electoral (dos alumnos), justo antes de la votación, sin posibilidad de ser sustituidos, y sin tiempo también para que se impugnase la decisión.

Salvo en la segunda de las quejas (la garantía del secreto del voto), la resolución de la USC da toda la razón a los que impugnaron el proceso. De ahí que obligue a anular la votación y repetirla con el mismo censo del 28 de noviembre (sustituyendo a los dos alumnos que no podían hacerlo por otros), lo que implica que la vicedecana nombrada en enero no tendrá derecho a voto. También obliga a que la sesión esté presidida por el profesor más antiguo de los presentes; a que la votación se haga en urna en papeletas prediseñadas «ou mediante o sistema que fixe o presidente»; y a que se lleve a cabo en el plazo de un mes.

Ramón Bouzas Lorenzo, candidato a decano y quien impugnó el proceso, se mostraba ayer satisfecho. Para Lorenzo esta decisión «restitúeme a confianza na institución polo feito de que os mecanismos de control da USC teñan funcionado». Bouzas Lorenzo asegura que los órganos que se tenían que responsabilizar lo han hecho, y en cuanto a la decana en funciones, Nieves Lagares, le insta a que «asuma a responsabilidade do que ten feito dimitindo».

Ayer fue imposible contactar con la decana, ni con Miguel Bastos, el que fue vicedecano hasta el 20 de enero. Desde el decanato aseguraron que Lagares estaba de viaje.

La resolución de la Comisión Electoral agota la vía administrativa, por lo que contra ella podrá interponerse un recurso contencioso administrativo en el plazo de dos meses.

Los antecedentes

Tanto Bouzas como alumnos de la Asamblea de Estudantes de Ciencias Políticas habían denunciado ya públicamente el proceso de votación. Según ellos, en principio se presentaban tres candidatos (la decana, el que era vicedecano y un tercer candidato, Bouzas Lorenzo). El día anterior se cesó al vicedecano de su cargo y se nombró a su mujer, dándole derecho al voto, y el mismo día de la votación se comunicó que dos miembros del censo electoral estaban desconvocados (porque no estaban matriculados en la USC), sin tiempo a convocar a los sustitutos.