La ciencia es de carne y hueso

SANTIAGO

Francisco Anguita, prestigioso geólogo y destacado profesor, ofreció a los alumnos del instituto de Brión una charla sobre la importancia de la investigación

21 ene 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Los alumnos del recientemente estrenado bachillerato de Brión disfrutaron ayer de una charla de lujo impartida por el prestigioso científico Francisco Anguita Virella, que estos días visita Galicia para participar en numerosas actividades didácticas como la que ayer lo trasladó al salón de actos del instituto de Pedrouzos.

Anguita quiso hablar a los estudiantes del IES de Brión de la importancia de la ciencia, a la que definió como «el motor principal de nuestra civilización» y de la que destacó que su objetivo final no es otro que «salvar el futuro». Por ello consideró altamente positiva la reciente incorporación al programa de estudios de bachillerato de la asignatura de Ciencia para el mundo contemporáneo, ya que, según sus palabras, este programa debe servir para «formar a los ciudadanos críticos que tanto necesita este mundo».

Para acercar la ciencia a los alumnos Anguita utilizó los nombres de numerosos científicos que en estos momentos investigan sobre el origen y el nacimiento del Universo, la evolución de las galaxias y el cambio climático. Además, este conferenciante de excepción dedicó buena parte de su charla, que se desarrolló en un lenguaje que no generó duda alguna y utilizando el palo de una escoba como puntero, a hablar sobre una de las principales incógnitas de nuestra civilización: la posibilidad de que exista vida en otros planetas, una duda que ha motivado el nacimiento de una nueva disciplina científica: la exobiología.

«Revisable y provisional»

Fue al abordar este asunto cuando Anguita demostró que la ciencia es, como dijo, de «carne y hueso» con científicos más o menos rigurosos. En el segundo de los casos incluyó al estadounidense McKay, que anunció la localización de un meteorito de Marte con restos de bacterias, lo que demostraría que el planeta rojo tuvo vida. Este descubrimiento, que se acompañó de la promesa política de fondos para investigar tal hallazgo, todavía no goza del refrendo del resto de la comunidad científica.

Más allá de errores humanos y condicionantes económicos, Francisco Anguita también recordó que si algo define a la ciencia es que se trata de una disciplina «revisable y provisional», lo que le confiere mayor atractivo.

Durante la charla, los alumnos de Brión conocieron el nombre de personas que en estos momentos trabajan en el observatorio de las Canarias descubriendo planetas cada semana y también se acercaron a la historia de un antiguo alumno de Anguita, al que definió como un mal estudiante pero que, gracias a su acercamiento a la ciencia, descubrió su vocación como explorador en búsqueda de petróleo y que hoy trabaja para una gran multinacional del sector «y va en helicóptero a trabajar».