La urbanización brionesa de Monte Balado está de enhorabuena. El río que la bordea, el Pego -enclavado entre la carretera Santiago-Noia y la autovía-, va a ser objeto de una importante mejora. El Concello anuncia que invertirá de inmediato 50.000 euros.
La limpieza integral del río, la creación de un paseo de senderismo de 2,5 kilómetros y la dotación de un vallado perimetral al parque infantil constituyen las principales acciones de mejora.
Los trabajos incluyen la limpieza de los márgenes del río, así como del propio cauce del que se retirará toda la maleza así como algunos árboles caídos. Todo ello afectará a un área de 6.500 metros cuadrados y poco más de medio kilómetro de tramo del río.
De acuerdo con el proyecto municipal, los trabajadores del Concello trabajan ya estos días en la habilitación de un paseo peatonal o de senderismo de aproximadamente 2,5 kilómetros que bordea el río Pego. Un camino al que se dotará de una capa de zahorra prevista para los próximos días.
Mejor seguridad vial
Además, se habilitará un segundo camino que comunicará con la urbanización Río Pego. «Trátase dun camiño cunha pendente moi forte, polo que imos rebaixala un pouco poñéndolle peldaños que o fagan máis accesible a todos os veciños que o empregan», explica el alcalde brionés, el socialista Xosé Luis García.
Complementariamente, el Concello va a acometer también un par de actuaciones más para incrementar la seguridad vial en la zona. Así, aquellas partes del muro de contención del río Pego que estaban dañadas están siendo reparadas y, además, se va a instalar un vallado de protección que circunde el parque infantil situado en esta zona de ocio.
El acondicionamiento del paseo del río Pego se completará con la dotación de diverso mobiliario urbano, entre el que se contemplan ocho bancos, cuatro papeleras y alumbrado público en las tres áreas del paseo. Asimismo, el proyecto de acondicionamiento de la zona contempla la plantación de árboles autóctonos en todo el entorno de esta zona de ocio.
Pero la intención del Concello es ir mejorando, gradualmente, todos los enclaves de interés histórico o paisajístico, entre ellos el entorno del Castro Lupario, situado en las proximidades de la aldea de Beca (Bastavales), que tiene en sus inmediaciones el puente romano del Río Tinto, o la rehabilitación de las Torres de Altamira, de las que ahora solo quedan unos restos de la que fuera una de las más valerosas fortalezas medievales.
La carballeira de Santa Minia constituye otro de los lugares básicos de interés turístico pues para muchos foráneos hablar de Brión es hablar precisamente de este entorno, que conserva la capilla de la santa y una fuente que mana agua por la boca de cuatro cabezas de león. Además, el concello brionés conserva numerosas iglesias y cruceiros, entre los que destaca la iglesia rosaliana de Bastavales con su mirador sobre todo el Val de Amaía.
Además de varios pazos interesantes -entre los que destacan los de Trasouteiro, el de Salaño Pequeño o el de Armental-, el municipio brionés acaba de recuperar el balneario de O Tremo, que reabrió sus puertas en el 2004 con urbanización, hotel e instalaciones balnearias aprovechando las aguas sulfurosas del lugar, presentes también en Augas Ferras, también en la parroquia de Os Ánxeles.