La red wimax, que permitirá la conexión inalámbrica a Internet para todo el ámbito del casco viejo, garantizará plena cobertura con la instalación de tres antenas de telefonía en la misma almendra histórica y en el entorno del centro urbano. La más próxima estará en la Facultad de Historia, para la que el Ayuntamiento ya ha obtenido el permiso de la Universidad. Otra dará servicio desde el Pedroso, donde Raxoi dispone igualmente de la autorización de la Dirección Xeral de Comunicación de la Xunta, el organismo competente en este caso. Más dificultosa parece la ubicación de la tercera estación en la que había pensado la administración municipal, en el monte Gaiás, donde se levanta la Cidade da Cultura. Tanto que el Concello ya está pensando y trabajando sobre otra alternativa.
El problema de esta ubicación es de carácter estético, por su afectación en el conjunto arquitectónico, según la portavoz de la Xunta de Goberno, la nacionalista Socorro García Conde. La cuestión es que en este caso la autorización no depende solo de la fundación que gestiona el proyecto del Gaiás, sino de la personal del arquitecto del conjunto, Peter Eisenman. «Calquera elemento ten que contar cun informe favorable de Eisenman, e iso é difícil», afirma García, por lo que «estase buscando algunha alternativa». Y alguna hay ya sobre la mesa, según la teniente de alcalde, que todavía guarda reserva sobre la ubicación alternativa, si bien apunta que se trata de un punto adecuado para en el futuro desplegar ese mismo servicio en el rural, una aspiración del Concello que ya se recogía en el pliego de condiciones por el que se adjudicó la prestación del servicio en el casco viejo. Dicho pliego especificaba que la red ha de tener capacidad de ampliación al resto del territorio municipal, pensando en su extensión al rural, un ámbito también con importantes carencias en el acceso a los servicios de telecomunicación.
La empresa que asumirá la instalación y mantenimiento y gestión de la red wimax será Colabora Ingenieros S.L. Precisamente, la Xunta de Goberno aprobó ayer la adjudicación definitiva del contrato por un importe de 367.686 euros para el suministro de la red y de 16.000 euros al año para su gestión, mantenimiento y explotación.
La empresa ya está manos a la obra para que el equipamientos esté operativo para finales de año. Es el último plazo del que dispone el Ayuntamiento, tras la prórroga solicitada hace meses al Ministerio de Industria, que cofinancia con 275.000 euros su instalación. El Consorcio contribuye con un importe idéntico. Socorro García asume que el plazo es ajustado, pero sostiene que la empresa «garante que o van cumprir».