La construcción de Santiago se salvará, en gran medida, de la grave crisis que afectará al sector en la mayor parte de Galicia y en otros puntos de la geografía española gracias a la puesta en marcha de varios polígonos de viviendas protegidas en la ciudad. Al menos así lo cree el alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, que considera que la política de vivienda planteada por el Ayuntamiento permitirá salvar las cifras de empleo en el sector de la construcción este año. Bugallo cifra entre 2.000 y 3.000 los empleos que se hubieran perdido a partir de octubre de este año en Santiago si el Ayuntamiento no tuviera en marcha los polígonos de Castiñeiriño y San Lázaro, en los que construirán más de 2.400 viviendas.
El alcalde considera que, pese a todo, no todas las empresas de construcción se han preparado para afrontar la crisis del sector. Solo unas pocas han dirigido sus inversiones hacia la vivienda protegida, mientras otras siguen centradas en la promoción libre que se verá afectada por el parón. El regidor compostelano fue duro con aquellos que «se confundieron cos excesos da construcción» y no plantearon otras opciones dirigidas «a solucionar o acceso a vivenda». En su opinión, las empresas debieron «reorientar» sus inversiones para evitar el parón. Bugallo apuntó que, a lo largo del próximo año, el Concello convocará concursos para construir viviendas protegidas, con el fin de dar opción a empresas de la ciudad aunque puntualizó que son concursos abiertos y no pueden cerrársele la puerta a empresas constructoras de fuera de Santiago.
Bugallo está seguro de que la situación de crisis tendrá una duración de aproximadamente dos años más, pero augura que después del verano del 2010 se empezará a remontar la situación. Recordó que hasta la fecha se ha vivido un ciclo económico positivo de trece años.
Para el alcalde compostelano, la construcción de obra pública planteada en la ciudad, pese a las dos autovías en marcha, no habría sido suficiente para salvar los datos de empleo en el sector de la construcción. Bugallo insistió en que, además del empleo directo, la construcción de vivienda genera un volumen de negocio paralelo e indirecto muy elevado que va desde los suministradores a las empresas de muebles, entre otras.