Veinte mil rezos y degustaciones

Lucía Sixto

SANTIAGO

En la jornada grande de las fiestas de la Santa Minia hubo misas durante todo el día y los asistentes se congregaron en torno a los más de 200 puestos

28 sep 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

Más de veinte mil personas se dieron ayer cita en la Carballeira de Santa Minia para rendir culto la patrona del concello de Brión. Desde primera hora de la mañana los fieles hicieron cola en el santuario donde residen los restos de la santa para honrarla y pedirle su protección. Las fiestas brionesas marcan el final de la temporada alta de las congregaciones religiosas y con ellas se despide la oferta cultural que arrastran unas celebraciones con mucho arraigo en el corazón de la comarca.

Los cirios mantuvieron viva su llama en el santuario de Santa Minia durante toda la jornada. Sólo el rumor de las plegarias y el leve paso de los que hacían cola para palpar la urna de la santa interrumpieron el sosiego de la capilla. Rosa Rivas, vendedora ambulante de cirios y velas y vecina de Brión, afirmaba que las ventas habían sufrido un leve descenso con respecto al año pasado. «O que sucedeu é que este ano o día grande das festas coincidiu entre semana», añadió la cerera.

Las misas se celebraron a lo largo de toda la mañana en una carpa contigua al santuario y a ellas asistieron fieles procedentes de todos los puntos de la comarca. Rogelio Bustelos, sacristán de la capilla, afirmó que ayer muchos foráneos también asistieron a los actos religiosos. «Hoy ha venido gente de todas partes, desde Lugo, Ourense, Vigo, Pontevedra, Noia, Muros o Ferrol», indicó el sacristán.

Pero las fiestas de la Santa Minia no sólo atraen a los devotos a la carballeira de Brión. A lo largo de los años se ha consolidado como una de las citas de referencia para los que afirman irse, literalmente, de romería. Cerca de doscientos puestos se extendieron a lo largo de las inmediaciones del campo de la fiesta. No faltaron las habituales ventas de textil y bisutería, pero acapararon especialmente la atención de los asistentes los tradicionales puestos gastronómicos.

Rosquillas, también

Algunos incluso acudieron solo a degustar el famoso pulpo a la gallega con el toque único de su cocinero. Y, como en toda romería, no faltaron los tradicionales puestos de rosquillas que, sin embrago, esta vez no mostraban la afluencia de ediciones anteriores.

Para ir abriendo boca en la sesión vermú la Banda Municipal de Música de Brión entonó los primeros acordes de la jornada, para dar paso después a la actuación de la Orquesta Compostela, que movilizó a los asistentes en pasodobles, salsas y rancheras.

La jornada de ayer se selló sin lluvias y sólo las bombas causaron estruendo en el cielo brionés. Los más pequeños pudieron disfrutar de las atracciones y juegos más variados en una jornada apta para todos los públicos.

Esta mañana harán su intervención en el escenario de la carballeira la charanga Os Celtas, de Negreira, que también ayer hicieron gala de su repertorio junto con la agrupación musical NBA, de Betanzos. La verbena nocturna promete una despedida por todo lo alto, con la actuación de las orquestas Tango y Marimba, que cierran las fiestas de la Santa Minia.