LA TRAGEDIA EN FOTOS La falta de medios obliga a los vecinos a sofocar la ola de fuegos en la zona

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua SANTIAGO

SANTIAGO

Los vientos más fuertes desde mayo contribuyen a avivar en la capital y su entorno veinte incendios en menos de una jornada Miles de usuarios de móvil se quedan sin servicio al dañar las llamas el sistema

08 ago 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

OTRO SÍMBOLO. La imagen del humo tras la Cidade da Cultura sustituyó en la retina de los compostelanos a las estampas del fuego rodeando Monte Pío y la Catedral, el sábado pasado. CON SUS PROPIAS MANOS. Los vecinos de Vigo (Boqueixón) participaron activamente en la extinción del fuego, que lograron controlar tras horas de esfuerzo. VÍCTIMAS ANIMALES. En Pazos, los vecinos abrieron los establos para que las reses no se asfixiasen, pero dos terneros cayeron abrasados. PELIGRO EXTREMO EN ROIS. Pese al esfuerzo vecinal, el municipio ha perdido el 70% de su masa forestal en apenas dos días infernales. SUSTO EN LA CIUDAD. Entre el Centro Sociocultural de Fontiñas y el Camino Francés también ardió una parcela sobre las dos y media. ?l entorno de la capital sigue consumiéndose entre las llamas. Lleva ya unos días en una situación que no da tregua a los bomberos ni a los vecinos. De hecho, éstos tuvieron que echar el resto en la jornada de ayer para salvar sus propias casas, puesto que las brigadas de extinción se vieron desbordadas por el número y por la dispersión de los fuegos. Fueron 20 incendios que se cebaron con el área de influencia de Santiago. Once de ellos todavía seguían activos al cierre de esta edición. Además, esos 20 fuegos tuvieron distintos focos repartidos entre las pequeñas aldeas. Todos ellos fueron avivados por el viento, pues se registraron las rachas más intensas desde mayo. La potencia máxima fue de hasta 62 kilómetros por hora. El más grave de los fuegos hizo que Herbón (Padrón) se convirtiera en un infierno. La tensión también se respiraba en la parroquia de Bastavales (Brión), informa Emilio Forján. Allí las llamas se tragaron una casa deshabitada. El alcalde del municipio, Xosé Luís García afirmó: «Vémonos desbordados con tantos lumes xuntos á vez ameazando aos núcleos de vivendas». Los obreros municipales tuvieron que sumarse a la extinción de los fuegos. En las parroquias de Vigo (Boqueixón) y Pontevea (Teo) no hubo apoyo de medios aéreos, que se centraron en la zona de Padrón. En Boqueixón pudo controlarlo Protección Civil, pero se extendió hacia Santiago, en la zona del aeropuerto. En Ames, anoche seguían afectadas la parroquia del mismo nombre y la de Biduído, con fuegos que ya habían comenzado en la noche del lunes. En Rois, las zonas de Costa, Herbogo y Sorribas aún tenían focos activos. De ellos, los dos primeros contaban con tres helicópteros y un hidroavión cada uno. En Santa Comba las llamas tampoco habían sido controlados. Por su parte, los incendios de Figueiras, Villestro, Sar y Fontiñas (Santiago), los dos de Benza (Trazo), Portomouro (Val do Dubra), Ermedelo (Rois) y Lampai (Teo) pudieron ser extinguidos. Carreteras cortadas Las carreteras también sufrieron importantes retenciones. La AP-9, espina dorsal de Galicia, estuvo cortada intermitentemente desde las 9.40 horas entre los kilómetros 70 y 95. La poca visibilidad por el humo y la amenaza de que las llamas llegaran a la carretera hicieron que el tramo entre Padrón y Milladoiro fuera desviado por la N-550 en distintos momentos. Esto provocó «retenciones importantes y circulación lenta», según la Guardia Civil. Miles de usuarios de telefonía móvil de la compañía Movistar se quedaron sin servicio en la zona porque las llamas dañaron el sistema. La pérdida de cobertura se dio en distintos puntos, como Santiago, A Baña o Rois, donde todavía seguían inoperativos anoche.