Melide inaugura su primer velatorio en medio de la polémica por su ubicación

Natalia R. Noguerol MELIDE

SANTIAGO

N. R. N.

Las instalaciones estarán ubicadas en los bajos de la parte trasera del consistorio municipal La apertura de este servicio cumple una vieja aspiración de los habitantes del municipio

12 mar 2005 . Actualizado a las 06:00 h.

El Concello de Melide hará hoy efectiva la incorporación de un nuevo servicio de gestión pública y que constituye, a la vez, el primero de sus características que se pondrá en funcionamiento en el municipio. Las siete y media de esta tarde es la hora prevista por las autoridades locales para proceder a la inauguración del velatorio, con lo que se da cumplimiento a una demanda ya habitual de los vecinos, que hasta ahora tenían que desplazarse a la vecina localidad de Arzúa para poder acceder a este servicio. Las instalaciones ocupan el espacio habilitado en los bajos de la parte trasera del consistorio para las últimas lonjas de las que dispuso la desaparecida plaza de abastos, en el casco antiguo de la localidad. Precisamente, la ubicación del velatorio fue el punto que rompió el consenso generalizado entre los melidenses y sus representantes políticos, que por otra parte coincidían plenamente al considerar la puesta en marcha del servicio una necesidad apremiante. La disconformidad con el lugar en el que están situadas las instalaciones fue motivo, entre otros, de la abstención del grupo municipal del BNG cuando el pleno de la corporación, entonces presidido por Miguel Pampín, dio luz verde al proyecto. Los nacionalistas advirtieron de la falta de aparcamiento y de las dificultades para circular en la zona, sobre todo, en domingo, día en el que Melide acoge el tradicional mercadillo, parte del cual se instala en las proximidades del velatorio. Protestas vecinales Iguales argumentos esgrimió parte del vecindario del casco antiguo de la localidad, en el escrito que dirigieron sin éxito al ex regidor en protesta por la ubicación del servicio. Cincuenta firmas, en su mayoría de residentes en las inmediaciones del lugar, subscribieron un manifiesto en contra de la ubicación del velatorio, proponiendo como alternativa su construcción en el cementerio municipal de Furelos copiando así la tendencia generalizada tanto en urbes como en las pequeñas y medianas poblaciones, que disponen del servicio a las afueras del casco urbano.