No figura en los circuitos más conocidos, pero quizás por eso su atmósfera es más tranquila. Se llama Baños de Brea, un balneario levantado en lo alto de una colina boscosa al que se accede por una pista muy estrecha -y corta- y se deja por otra igualmente estrecha. Un lugar recóndito, excelente campamento base erguido sobre una antigua casa de baños e idóneo para conocer la zona: es también hotel de dos estrellas con 35 habitaciones y una gastronomía (tradicional) que va a sorprender por lo cuidada, aunque la carta sea corta. Tampoco es que hayan descubierto nada, porque ya en el siglo XI se conocían estas aguas recomendadas ahora para el estrés, la fatiga física y psíquica, el cuidado de la piel, el reuma y las afecciones del aparato respiratorio, y hasta los años cincuenta del siglo pasado se peregrinaba para tomarlas.
Lo demás es lo que ya se imagina cualquiera que haya acudido alguna vez a un balneario: yacusi, baños termales de burbujas, cámara de vapor, chorros, parafangos, masajes variopintos, estética fácil... Y si esto no convence y hay que echar mano de lo sobrenatural, muy cerca de allí queda uno de los santuarios gallegos que más conservan la tradición de solicitar milagros: el de O Corpiño.
Ahí quedan unos datos más prosaicos pero prácticos: las habitaciones cuestan entre 36 y 55 euros la noche, cierra desde justo antes de Navidades hasta el 30 de enero. 986 583 614. www.balneariodebrea.com. Ofrece wifi en zonas comunes. Está a 39 km de Santiago, 98 km de Coruña y 79 km de Ourense.