Ruta necrocultural por San Mauro

Elena Larriba García
Elena Larriba PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

MÓNICA FERREIRÓS

11 nov 2012 . Actualizado a las 06:55 h.

El cementerio de San Mauro es un libro de historia de la ciudad y la curiosidad y el interés que despierta el patrimonio funerario quedó ayer patente en la visita guiada organizada por el Concello, a la que sumaron numerosas personas dispuestas a descubrir sin prejuicios la gran información histórica que esconde este camposanto urbano, desde el punto de vista arquitectónico, social, cultural, ideológico y de las creencias religiosas.

San Mauro es un cementerio decimonónico y neoclásico, construido hace 130 años y proyectado por el arquitecto Rodríguez-Sesmero, figura clave de la Restauración en Pontevedra, como explicó Carmela Sánchez Arines, de la empresa Etnoga. Ella fue la guía de esta visita necrocultural que bien podría ser necroturística, como en otras ciudades que están potenciando su patrimonio funerario como un atractivo más.

Panteones relevantes

En esta ruta, organizada por la concejalía de Patrimonio Histórico que dirige Luis Bará, hubo varias paradas obligadas en los panteones más relevantes y antiguos, como el mausoleo de la familia Muruáis, sufragado por el pueblo pontevedrés, el de Eduardo Vincenti y Dolores Montero, y el de Ramiro Trapote. En los neogóticos de Baeza (1887) y Diz Vega (1906), en los de las familias Riestra y Mon y en las tumbas de simbología masónica de Indalecio Armesto o Juan J. Domínguez. El recorrido también se centró en el cementerio civil y las sepulturas de los pontevedresas represaliados en el 36, como la de Bóveda.

Al hilo de esto, decir que la concejalía de Cultura retomará el martes el acto de homenaje a los fusilados el 12 de Noviembre de 1936, ante el monolito existente en la calle que lleva este nombre.