Un trueque para esquivar la crisis

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

La venta de oro, la dación en pago o el empeño de coches salvan la falta de liquidez

13 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Buscar una salida a las dificultades económicas devuelve el sistema de trueque a la cotidianeidad. Ya no solo vale el dinero, ahora todo puede cubrir una deuda o al menos intentar reducirla. Los primeros en ver estos brotes verdes en un desierto económico fueron las tiendas de compra de oro. De tener un censo con el marcador a cero antes de la crisis, la ciudad cuanta ahora con 13 establecimientos oficiales que ponen precio a las joyas familiares.

«En una semana es fácil que por estos locales pasen cien personas», explica una de las comerciales. La misma que, aunque no revela su nombre, está acostumbrada a que se paguen mil euros por un puñado de oro. «La gente va sumando piezas y al final cobran cerca de 400 euros. Casi no se lo creen», asegura. Y es que en apenas media hora, cuatro personas distintas han dejado anillos, pulseras, cadenas e incluso relojes, que se pagan en función de la cotización, pero que es raro que baje de 28 euros el gramo de oro de 18 quilates. El de 24 ya se paga por encima de los 40 euros. Pese a la proliferación, los economistas de la provincia recomiendan acudir al Monte de Piedad, de Novagalicia Banco, que en lo que va de año ha realizado 4.408 operaciones por un importe global de 1.580.000 euros.

Son muchas las voces que se refieren al oro como un «valor refugio» cuya cotización puede variar en cuestión de horas. A la fiebre del oro se suman en los últimos años una fórmula de cobro de deudas cada vez más empleada, la dación en pago. «Las que se realizan entre empresarios son más difíciles que las inmobiliarias con las entidades financieras», señala una abogada laboralista de Pontevedra, quien advierte que a pesar de ejecutarse muchas veces «no es interesante porque el bien no alcanza el importe de la deuda». Puede reducirla, pero su valor nunca alcanza lo deseado. «No es como un bien inmueble que siempre va a tener ese valor. Los bancos están acogiéndose a eso y todas las promotoras que no están bien negocian daciones en pago con sus acreedores», matiza.

Para esta letrada, esta vuelta al trueque no conduce a la sociedad a salir de la crisis. Sin embargo, los acreedores de una empresa prefieren quedarse con material del deudor que esperar un proceso judicial que se alarga sine die. El aumento es difícil de cuantificar, pero tanto abogados como empresarios constatan que antes de que se embarguen los bienes, prefieren que los acreedores se queden con maquinaria o vehículos para condonar la deuda.

Empeño de coches

En una época en la que se intenta rebuscar en el baúl de los recuerdos algo de liquidez para hacer frente a la crisis, ha nacido una nueva posibilidad que todavía está empezando a cuajar en Pontevedra, el empeño de vehículos. Las empresas dedicadas a estos negocios ponen en práctica dos sistemas para canjear un coche por liquidez. Desde Gedesco, la única compañía que permite gestionar esta práctica en toda Galicia a través de su oficina en A Coruña, se explica que «pagas una cuota mensual y en el plazo acordado deben devolver el dinero prestado, pero pueden seguir circulando con el coche», señala la operadora, mientras otras empresas te retienen el vehículo hasta que se le devuelva el dinero prestado. Aunque la crisis pueda estar del lado de este negocio, los que se aventuran en este sistema explican que «antes había más seguridad para recuperar el coche porque el banco dejaba dinero». Ahora este grifo está cerrado.