1El Centro Social Novacaixagalicia rinde tributo a uno de los grandes artistas gallegos, Manuel Pesqueira, precisamente en el año del centenario de su nacimiento. Bajo el título de Manuel Pesqueira, pintor de terra e de xentes, 1911-1987, ayer se inauguró una muestra en la que se hace un repaso por la producción artística de este autor, que en palabras del comisario de la exposición, Fernando M. Vilanova, «é o derradeiro epígono dunha xeneración espléndida de pintores de Galicia, que supuxeron o marco da renovación da plástica galega». «Nesta escolma de obras o que fixemos foi situar a Pesqueira no lugar que lle corresponde na plástiga galega».
Las obras expuestas, en total 37, comprenden desde los primeros períodos, de los que solamente hay un cuadro, porque como indicó uno de sus nietos, Rogelio Pesqueira, durante la Guerra Civil un incendio quemó la casa familiar del artista en Lantaño, ardiendo las obras realizadas hasta aquella época. Desde sus inicios, el autor utilizó una temática muy vinculada al mundo rural, a su Salnés natal, una comarca muy próspera a nivel agrario. Desde que empieza a pintar, en 1945 y hasta su muerte en 1987, Pesqueira tiene una obra muy homogénea, en palabras del comisario, donde recrea diferentes escenas de esa vida rural, con concesiones profanas, como el cuadro titulado O Amor. «O seu mundo -subraya- é o mundo rural, pero tanto na heroicidade do traballocomo no lecer, o en esceas de ir e vir, utiliza a xeometría para parcelar o cadro». También recoge escenas heroicas como la de A Palicorda, que remite a los oficios tradicionales de la comarca del Salnés, a las grandes canteras de Meis, trabajadas de modo antiguo, casi como en el tiempo de las pirámides. También muestra a la mujer «como nai, como muller marxinal e como muller entronizada, sempre cunha referencia xa expresionista prósima a unha época ao redor dos anos setenta na que rompeu un pouco ese rigor da forma que encorsetaba as súas pinturas dos anos cincoenta e sesenta, e a sitúa nun marco máis pictórico».
Pesqueira vino a Pontevedra a los 16 años para estudiar Magisterio donde fue alumno de Castelao. La ciudad, de aquella, respiraba un ambiente cultural muy intenso, con Losada Diéguez, Alexandre Bóveda, el propio Castelao, Filgueira Valverde... y en ese ambiente vivió Pesqueira. Vilanova subraya que precisamente una obra de Castelao, marcará a toda una generación, no solo a Pesqueira. Fue el álbum Nós. En la muestra de Novacaixagalicia hay muchas referencias a esa temática que inicia Castelao en Nós, que supone la ruptura con la visión idílica que se daba hasta entonces con el agro gallego de muchos artistas encuadrados en el Regionalismo, como Sotomayor, Carlos Sobrino o Corredoira. Pesqueira se suma a esa ruptura con una visión «crítica e realista do mundo do agro galego», en el marco «da volta á orde que se produce nos anos trinta na pintura europea», con cuadros de origen tenebrista que contrasta con tonos más calientes, a base de ocres. Su incorporación tiene, si cabe, mayor mérito porque fue el único artista de ese grupo que no poseía una formación académica, lo que le impidió optar a las becas de la Diputación, y fundamentalmente, porque le tuvieron que amputar la mano derecha en la Guerra Civil, teniendo que aprender a utilizar la izquierda.
Esta exposición, que estará abierta hasta el 20 de noviembre, se exhibirá luego por toda Galicia, como destacó María Pereira Otero, directora de acción cultural, empezando por Santiago. A la inauguración de ayer asistieron también familiares del pintor desaparecido, como su hijo Manuel. que aportó numerosas obras para esta muestra, sus nietos, Rogelio, José Manuel y Celsa, representantes de la familia Caballería-Poza, que también cedió algún cuadro y el director del Museo, Carlos Valle, entre otras personas. El resto de los cuadros fueron cedidos por las fundación María José Jove, Rosalía de Castro, Galería Montenegro, Pablo Gallego y la propia Novacaixagalicia, junto con otros particulares.