La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-F) en Pontevedra denunció ayer que los todoterrenos de las brigadas contraincendios, «a día de hoxe e tras máis de dez anos de servizo, deberían estar no despezamento, pero continúan operativos».
El comité de empresa de Medio Rural de Pontevedra anunció que «continuará reivindicando a renovación de vehículos polo ben do persoal, do servizo e da cidadanía». No en vano, criticaron que su grado de deterioro «supón unha falta de operatividade, dado o gran número de avarías que se orixinan».
Pero es que según este sindicato, a las facturas de taller habría que sumar un incremento en el consumo de combustible. Es por ello que sostienen que «manter estes vehículos (...) sexa unha dilapidación dos cartos nestes tempos de crise». Sin olvidar, «o risco» para los usuarios el hecho de utilizar todoterrenos con «deficiencias mecánicas moi importantes en freos, traccións, reductoras, amortiguadores...».
Pese a tal cúmulo de supuestas deficiencias, los automóviles «pasan as inspecciones», añaden desde el CSI-F.
Otro aspecto que critican es el hecho de que los vehículos no usen rotulación específica, con lo que, a diferencia de otros servicios de emergencia, tienen que sufrir los atascos que se encuentren en la carretera.