El debate sobre la propiedad del monte sobre el que se asienta la base de la Brilat quedó ayer visto para sentencia después del juicio que se celebró en el edificio judicial de A Parda y cuya resolución se prevé que se conozca después del verano.
Los comuneros de Salcedo sustentaron sus tesis en un exhaustivo informe elaborado por un ingeniero técnico agrícola y en la declaración de algunos de los vecinos de más edad de la parroquia. De este modo, el primero sostuvo que, «desde tiempo inmemorial», está documentado el aprovechamiento del monte San Martiño por parte de los vecinos, si bien reconoció que no fue hasta 1931 no se alude a estos terrenos con la nomenclatura que tiene en la actualidad.
Incluso señaló que, en 1966, cuando los terrenos fueron cedidos a Defensa se dejó constancia por escrito que los residentes en el entorno «tiene perjuicios de considerable cuantía al privárseles de algo que era necesario».
Por otro lado, los testigos sostuvieron que desde siempre se han aprovechado del monte, ya fuera por la madera, los tojos o por el pastoreo. Además, incidieron en que no habrían subsistido sin estas actividades.
Tales afirmaciones no convencieron al abogado del Estado, que representa a Defensa, quien mantuvo que no está recogido documentalmente el aprovechamiento inmemorial del monte. A este argumento se adhirió el letrado del Concello capitalino.
Por su parte, el general jefe de la Brilat, José Antonio Alonso Miranda, reconoció que «a nosotros nos gustaría que esto no existiese y que llegásemos a la absoluta normalidad. En ello estamos trabajando con la comunidad de montes, para tener una convivencia razonable y pacífica en el monte».