La estampa con la que se encontraron ayer muchos de los niños que acuden al colegio Campolongo no era muy edificante. En el patio de infantil, al menos, tres gatos agonizaban por envenenamiento.
Eran las nueve de la mañana. De inmediato, la dirección del centro alertó a las fuerzas del orden, a Educación y a la Inspección Educativa. Xosé Otero, director del CEIP, explicó que los gatos andan sueltos por el entorno del colegio y, de hecho, «aniñan cerca», por lo que no es raro que, en alguna ocasión, se cuelen en el citado patio.
Tras encontrarse con los felinos agonizando y lamentar que no se hubiese podido evitar que algunos de los niños «os estivesen vendo morrer mentras trataba, ao parecer, de chegar a o seu refuxio», hasta el colegio se desplazó la Policía Autonómica, así como patrullas de la municipal.
Asimismo, se alertó a la concejalía de Medio Ambiente y a los servicios veterinarios municipales, dado que, al tratarse de un envenenamiento, la retirada de los cadáveres tenía que realizarse de una forma específica y siguiendo un protocolo. Este mismo procedimiento establecido conllevó que el patio de infantil se cerrase y que los alumnos no pudiesen salir por si persistía la presencia de sustancias contaminantes.
Hoy está previsto que se desinfecten exhaustivamente estas instalaciones.
Reacciones
Nada más tener conocimiento de lo ocurrido, Alberto Pita, portavoz de la Asociación Por la Defensa de la Calidad Educativa de Campolongo, lamentó profundamente lo ocurrido: «No lo entiendo».
En todo caso, dejó claro que tanto la dirección del centro como las autoridades municipales «actuaron rápidamente».
Por su parte, otros padres relacionaron este incidente con algún tipo de gamberrada «de moi mal gusto. Os animais non son os gatiños senón queñes puxeron o veleno».
En cualquier caso, no parece probable que la policía investigue lo ocurrido, si bien sí que probablemente se abrirá un expediente administrativo que podría derivar en sanciones económicas si se determina la identidad del autor o de los autores.