«A empresa peca de tratar á audiencia como se fose idiota»

Bea Costa
BEA COSTA VILAGARCÍA

PONTEVEDRA

09 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Estudió para periodista y acabó haciendo cine. Mucha culpa la tuvo el Prestige. Cuando en noviembre del 2002 el chapapote amenazaba la ría de Arousa, Marcos Nine pensó que la bravura de sus vecinos de A Illa luchando contra la marea negra bien merecía pasar a la posteridad. «Tiña necesidade de contar o que estaba pasando na Arousa», y de ahí salió el documental Carcamáns, que todavía hoy circula por colegios e institutos. A él, particularmente, le sirvió para dar el salto a un mundo que siempre le atrajo pero que nunca pensó que pudiera abordar. «O cine parecíame fascinante, pero inalcanzable», relata.

Empezó haciendo crítica de cine y literaria y, tras hacer un máster de producción audiovisual en A Coruña, en el 2001 empezó a trabajar en el equipo de guionistas de la serie Mareas Vivas. Encadenó con Terra de Miranda y As Leis de Celavella.

Premios Mestre Mateo

Diez años después, el mundo audiovisual no solo se ha convertido en su medio de vida, sino que le sirve de plataforma para dar rienda suelta a su creatividad. Su filmografía se compone de una decena de títulos en los que predomina el género documental en formato de cortometraje, y en los que además de dirigir ha hecho de guionista, montador y productor.

Sus últimos trabajos son Radiografía dun autor de tebeos (2010) y Manuscritos Pompeianos (2010), los cuales le han valido sendos premios Mestre Mateo el mes pasado. Además, Aarón (2009) -Premio Mestre Mateo de ese año por mejor obra experimental-, O premio da rubia (2008), A fábrica (2008), Historia dunha parroquia (2007), Pensando en Soledad (2006) -por el cual obtuvo premio en el Festival Internacional de Cine Independente de Ourense (2006)-, y J. E. C. N. José Ernesto Díaz Noriega (2006).

Su última filmación pronto verá la luz. Va a suponer un punto de inflexión, como mínimo, en cuanto al formato elegido. La brecha es su primer largometraje, un trabajo que tanto se podría encajar en el género documental como en el de cine experimental, explica, y en el que además de dirigir ejerce de protagonista. «Esta película parte da idea de que todas as persoas que traballamos no eido creativo, a súa propia experiencia anula a súa capacidade de creación. Partindo deste problema, coa peli o que intento é anular todos os meus vicios adquiridos durante estes anos. Foi unha experiencia rara, foi algo moi íntimo, eu só filmándome a min mesmo, deixando a cámara e deixándome levar polo proceso de creación», relata. En todo caso, la película no se debe interpretar como un desahogo; «é máis parte dunha evolución natural», matiza. El proyecto es compartido con el diseñador gráfico Rodrigo Losada y está previsto que esté acabado en un mes. A partir de ahí vendrá la difícil tarea de hacérselo llegar al público. El documental no es precisamente un género comercial ni de masas de modo que son pocos los canales de distribución disponibles.

Problemas de difusión

Los festivales son la mejor plataforma y lo más probable es que ese sea el destino para dar a conocer La brecha. Pero Nine ya augura que ver la película en España «vai ser complicado». «Radiografía é unha película para todos os públicos e teño grandes problemas para difundila en Galicia. Veuse máis en Estados Unidos que en Galicia».

El isleño es de los que opina que no es un problema de demanda y que en Galicia sí hay público para este tipo de cine: el mes pasado se proyectó Manuscritos pompeianos en el festival Play-Doc de Tui «e encheuse o salón cunhas 500 persoas», enfatiza. Lo que faltan son canales para distribuir el producto. «O mundo da empresa é moi conservador e peca de tratar á audiencia como se fose idiota. O que me molesta é que os creativos fan un esforzo por adecuarse á produción e que a produción non faga ese esforzo para adaptarse a ti», subraya el cineasta.