Un concierto histórico

Fernando Otero Urtaza

PONTEVEDRA

17 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

E l martes doce de abril, un puñado de pontevedreses tuvimos la oportunidad de asistir a un concierto histórico con motivo del cincuentenario de la muerte de Manuel Quiroga Losada (1892-1961) . Aitor Hevia y Cibrán Sierra (violines), Dénes Ludmany (Viola) y Elena Poggio (Cello), es decir, el Cuarteto Quiroga que rinde homenaje permanente a aquel que forma parte del patrimonio inmaterial de nuestra ciudad como uno de los mejores interpretes de violín del mundo en el primer tercio del siglo XX.

Concierto histórico por lo que tiene de reivindicación de ese patrimonio tan valioso y decíamos en 1992, año del centenario, tan olvidado. Histórico por la oportunidad que nos dieron de escuchar una particular versión del Requiem de Mozart para cuarteto de cuerda, realizada por el compositor vienés Peter Lichtental (1780-1853) que el Cuarteto Quiroga readaptó utilizando el manuscrito de Mozart-Süssmayr para guardar una mayor fidelidad a la partitura original de 1791. Hay una evidente intención de unir dos carreras rotas por la desgracia en el mejor momento.

Soberbia interpretación

De la soberbia interpretación del Cuarteto Quiroga poco he de decir, considerado por la crítica como una de las agrupaciones mas importantes de su generación en Europa, su prestigio internacional es bien conocido y en el concierto hicieron honor a la fama que les precedía: afinación perfecta, equilibrio irreprochable, textura perfectamente clara y un sonido de una calidad y una amplitud digno de la mejor orquesta de cámara. La magistral interpretación del Cuarteto Quiroga nos emocionó hasta el punto de hacernos olvidar que faltaba en ella la variedad tímbrica de la orquesta y sobre todo que aunque no sonaron las palabras, hablaron los sonidos.

Es nuestro deber como pontevedreses y admiradores de la figura del violinista universal agradecer, en primer lugar, a este cuarteto de jóvenes músicos que rindan homenaje permanente a Quiroga llevando su nombre por los grandes auditorios del mundo. Debemos reconocer al Consevatorio de Música Manuel Quiroga y al Museo de Pontevedra que nos hayan brindado el que posiblemente sea el acontecimiento musical del año.

Parece que Pontevedra despierta lentamente de su largo sueño y poco a poco -Banda de Música, Sociedad Filarmónica (conciertos homenaje), Museo (exposición del cincuentenario) y sobre todo, la frenética actividad del Conservatorio (conciertos didácticos, exposición documental, musical, exposición de trabajos escolares en colaboración con las escuelas asociadas a la Unesco)- va colocando al que fue primer premio de violín del Conservatorio de París hace cien años en el lugar que le corresponde.

Finalmente un deseo: que este nuevo impulso no termine con el cincuentenario de la muerte de Quiroga, que las instituciones políticas y económicas de la ciudad apoyen a las culturales en la realización de un sueño largamente acariciado: celebrar el Concurso Internacional de Violín Manuel Quiroga, me consta que la actual dirección del CMUS Manuel Quiroga está trabajando en ello.