Descartado el nuevo vial a media ladera Pontevedra-SanxenxoUna alternativa a medio hacer

alberto castroverde PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

La Xunta «actuará» en la PO-308 por la costa, pero no dice cómo

02 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Desde los primeros años de la autonomía de Galicia, la Xunta lleva dando vueltas a la posibilidad de construir una nueva vía a media ladera entre Pontevedra y Sanxenxo. En vísperas de elecciones autonómicas, sucesivos conselleiros recorrieron el presunto trazado de la vía que iba a sacar el tráfico de la carretera de la costa y anunciaron soluciones para después de la cita electoral. Ahora, el Gobierno gallego decide al fin dejar de marear la perdiz y da carpetazo definitivo al proyecto.

La actuación planteada pretendía conectar mediante una nueva vía la VG-4.8 (periférico Poio-Pontevedra por Campañó) con la VG-4.1 (vía de O Salnés) en la zona del enlace de la PO-504 Sanxenxo-Vilalonga.

La decisión de descartar esta infraestructura, que figura ya en la evaluación de impacto del plan Move como definitiva, fue adoptada «tendo en conta as alegacións presentadas», según fuentes de la Consellería de Medio Ambiente.

«Proponse no seu lugar actuar na PO-308 (carretera de la costa), para manter a mobilidade», asegura el citado departamento a la hora de ofrecer alternativas para un tráfico que supera con frecuencia los 20.000 vehículos por día.

Sin embargo, cualquier actuación en la carretera de la costa resultará sumamente complicada. Tal como aseguraron en distintas ocasiones responsables autonómicos, el vial Pontevedra-Sanxenxo por encima de las playas es una calle en la que resulta imposible imaginar cualquier tipo de ampliación fuera de algún pequeño tramo que nada resolvería.

Ocho localidades

Además, el carácter urbano de la nueva vía -atraviesa San Salvador, San Xoán, Combarro, Chancelas, Covelo, Samieira, Raxó, y Areas, entre otros núcleos- multiplica los peligros que la riada de coches diaria representa para los vecinos.

Pese a la mejora que supuso la construcción de aceras en el tramo entre Dorrón y Sanxenxo, así como en varios trayectos de Poio, los peatones siguen expuestos a excesivos riesgos en no pocos tramos, especialmente, en los de Samieira y A Seca que permiten alcanzar los 80 kilómetros por hora.

El resto del trayecto está limitado en buena parte del recorrido a 50 por hora con algún punto en el que es posible llegar a 70. Pese a la lentitud que se impone a los conductores, subsisten los problemas de seguridad en una vía que los domingos se convierte además en una de las preferidas por los ciclistas.

Si la Xunta solo hace visitas, la Diputación se ha mostrado hasta el momento mucho más efectiva en la búsqueda de alternativas entre Pontevedra y Sanxenxo. De una parte, amplió el vial interior que bordea Sanxenxo con apoyos hacia la costa en Dorrón y Nanín. De otra, ensanchó el vial entre Dorrón y el alto de Samieira, después de haber ampliado el de Samieira a A Escusa (Poio). Los proyectos del ente provincial pasaban por apoyar este vial en el periférico Poio-Campañó y por darle salida hacia Curro. Sin embargo, sus actuaciones chocaron con la oposición de Medio Ambiente en la etapa del bipartito que paró las actuaciones. Pese a los reproches de Louzán, tras el relevo en la Xunta, tampoco se desbloqueó la situación.