El gobierno local rechaza poner peaje en la circunvalación de la ciudad

A. Castroverde

PONTEVEDRA

02 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La propuesta de permutar peajes entre la autopista AP-9 y las futuras autovías A-57 y A-59 fue acogida con frialdad en el Ayuntamiento. El gobierno local rechaza hacer de peaje la circunvalación de la ciudad que, según anunció el delegado del Gobierno, Antón Louro, va a ser subastada antes de fin de año en los 11 kilómetros comprendidos entre Vilaboa y A Ermida (carretera de Ponte Caldelas) y entre A Ermida y Pilarteiros (carretera de Campo Lameiro).

Fuentes próximas a los responsables municipales de Infraestruturas consideran extemporánea y fuera de lugar la propuesta lanzada esta misma semana por el conselleiro de Medio Ambiente e Infraestruturas, Agustín Hernández, sobre permuta de peajes. En el Concello daban ya por caducado el debate sobre esta cuestión, planteado por vez primera en el año 2005. De ahí que se haya acogido con sorpresa la iniciativa.

Además de rechazar que la circunvalación de Pontevedra pueda ser de pago, los responsables municipales juzgan «inviable» la operación de cambio de peajes desde la autopista AP-9 a las futuras autovías A-59 Pontevedra-Vigo y A-57 Curro-Pontevedra-Pazos-O Confurco (con salida a la autovía Rías Baixas A-52 cerca de O Porriño). Consideran que la concesionaria nunca aceptaría cambiar un tramo muy rentable de la autopista por dos autovías que le proporcionarían menos ingresos. Además, apuntan que, al dejar libre la AP-9, el ftráfico futuro por A-57 y la A-59 sería aún menor.

Estos problemas ya habían sido detectados en el 2005 cuando la operación se planteó por vez primera. Entonces, se apuntaron asimismo pegas de tipo jurídico para trocar un peaje por otro, entre ellas, que se precisaría un nuevo concurso de concesión para hacer de peaje la A-57 y A-59. En ese caso, empresas distintas de la actual concesionaria de la AP-9 podría hacerse con el concurso y frustrar el cambio planteado por la Xunta.

Agustín Hernández mantiene, sin embargo, que la operación es «perfectamente» encajable en el plan de Fomento para realizar infraestructuras mediante fórmulas de colaboración público-privadas. De acuerdo con el diseño de la operación que maneja en la Xunta, unos cuarenta kilómetros de la AP-9, comprendidos entre el alto de Puxeiros en Vigo y el nudo de Curro en Barro, pasarían a ser gratuitos si prospera esta iniciativa. En estos cuarenta kilómetros quedarían incluidos los tramos Pontevedra-Rande, Pontevedra- Curro y el puente de Rande en el que actualmente debe pagar todo el tráfico de paso, salvo movimientos Vigo-O Morrazo.

De acuerdo con el plan que expuso Hernández en Curro (Barro), sería la propia concesionaria de la autopista la que se encargaría de hacer la autovía interior. Posteriormente, esta autovía interior pasaría «a conformar a concesión» convirtiéndose de hecho en una autopista de pago. A su vez, «o que é actualmente a AP- 9 pasaría a ser unha autovía libre da peaxe», según el conselleiro.