El mal tiempo tuvo, en gran medida, la culpa de que la manifestación que ayer por la mañana recorrió las calles de Pontevedra no tuviese el poder de convocatoria que en ediciones precedentes. No obstante, cerca de trescientos moteros retaron a la climatología adversa y volvieron a hacerse escuchar, en muchos casos a base de dar gas a los motores o con el claxon de sus burras, en la capital provincial para exigir la sustitución de los actuales guardarraíles por quitamiedos que no se conviertan en guadañas cuando un motorista impacta contra ellos al accidentarse.
Antes de guardar un minuto de silencio por las decenas de víctimas que se cobran todos los años las carreteras españolas, Antonio Soto, de Marca Motor, reconoció que se están empezando a ver una serie de movimiento por parte de algunas administraciones que son positivos. Con un pero. Y es que «no llegan. Son movimientos por parte de la Diputación, por parte de la Xunta de Galicia. El año pasado quedaron ochocientos muertos en las carreteras, 120 en los guardarraíles... Amputados, degollados, decapitados».
Señalización y pinturas
A la vista de esta situación, el colectivo instó a los automovilistas a que les apoyen, dado que «el problema ya no es solo nuestro. Hace una o dos semanas, una chica moría degollada dentro de un coche por un guardarraíl. Al final, lo que tenemos que conseguir es que los automovilistas se impliquen con nosotros. Están cayendo también en los quitamiedos», subrayó Antonio Soto.
Por su parte, Juan Ramón Riveiro Castro, vicepresidente de la Plataforma Motera para la Seguridad Vial, recordó que su lucha no solo se circunscribe a lograr que se sustituyan los actuales guardarraíles por otros de doble bionda que minimicen los impactos contra ellos. Así, tras aplaudir las partidas presupuestarias que Xunta y Diputación han destinado a este cometido, señaló que las administraciones también deben actuar en el caso de la señalización vertical y en el uso de pinturas antideslizantes.
«La seguridad vial debe y tiene que ser prioritaria ya», subrayó el dirigente motero.