«Da un poco de pena ver la iglesia de Santa María. ¿Cómo han podido llegar a ese extremo?»

La Voz

PONTEVEDRA

15 ago 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Antoni Sánchez es la primera vez que visita Galicia de vacaciones aunque ya la conocía por motivos de trabajo. Este catalán viene acompañado de su mujer e hija y se han hecho un tour por toda la comunidad. Lo que más les ha gustado ha sido Muxía, pero con Pontevedra se sienten un poco decepcionados.

Sánchez asegura que han venido «pocos días pero intensos» porque prefieren reducir el tiempo de vacaciones y no escatimar en gastos. Cuando se le pregunta por la ciudad, responde a la gallega con otra pregunta: «¿Hay que puntuar? [se ríe]. Pues la verdad, la impresión que nos ha dado es que está un poco dejada». Le ha impresionado el estado de abandono del Campillo: «Da un poco de pena ver la iglesia de Santa María. Sí la están arreglando, pero ¿cómo han podido llegar a ese extremo?».

Antoni está convencido de que al casco antiguo de Pontevedra se le puede sacar mucho partido: «La estética de la ciudad viene a ser como Santiago en pequeño. Si lo arreglais, no teneis nada que enviadiarle».

También le ha parecido que Pontevedra está muy sucia, con papeles en el suelo y llena de grafitos en los muros de los edificios: «Tiene muy buena base, pero no está limpia».

Antoni se queja de que Galicia tiene pocos servicios que ofrecer al turista y que apenas hay letreros en la carretera: «El que no venga con navegador no llega a los sitios». Pero con la gastronomía gallega se siente muy satisfecho. Le parece perfecta: «Del uno al diez, le doy un once», concluye.