No hubo sorpresa. El Teucro no pudo conseguir su tercer triunfo consecutivo en la complicada pista del Arrate, que se impuso por 34-28, aunque el encuentro ya estaba completamente decidido en el descanso. Sin embargo, esta derrota no supone ningún tipo de quebradero de cabeza para Pillo porque ese resultado entraba dentro de los cálculos del técnico pontevedrés y porque los marcadores fueron favorables para los intereses azules.
Así, después de que Teka y Almería perdieran respectivamente ante Portland y Ademar León, ayer se completaron las buenas noticias con el traspiés del Torrevieja en Antequera (30-27) y sobre todo el triunfo del Octavio Pilotes Posada ante el Algeciras (37-29), que parece empezar a arrojar la toalla. Si se acaba de hundir, el Teucro tendría una preocupación menos de cara a las últimas jornadas de liga. Así las cosas, el encuentro del miércoles con el Valladolid, previsto para las 20.45 horas en el Municipal será menos tenso para los pontevedreses. Un empate en ese duelo a estas alturas sería un paso de gigante hacia la permanencia.
El Arrate fulminó por la vía rápida al Teucro, incapaz de frenar sus acometidas durante los treinta primeros minutos, que se resolvieron con un contundente 20-10. El duelo quedó completamente decidido a favor de los guipuzcoanos, que luego pudieron relajarse para disfrutar de sus primeros puntos de la segunda vuelta (34-28).
Fortaleza defensiva
La fortaleza del 6-0 exhibido en defensa por el cuadro de Eibar y la gran aportación de Malumbres bajo los palos, con 12 intervenciones en la primera parte, sirvió para maniatar por completo al Teucro, que además sufrió en sus carnes el variado arsenal atacante de un equipo bien dirigido por Dalibor Cutura.
Kobine, con 5 goles, lideró la ofensiva albiazul, aunque escoltado por Jurkiewicz (4) y el propio Cutura, y todo ello derivó en la rápida brecha de 8-3 entreabierta ya en el minuto 10.
Las diferencias se fueron ensanchando sin que el Teucro pudiera hacer nada por frenar al tornado llamado Arrate, que gracias a un último parcial de 5-1, con un tanto postrero de Salaberria, doblaba a su adversario en el marcador cuando enfilaron el camino de los vestuarios.
Con la certeza de que el triunfo esta vez no se escapaba, después de la mala experiencia vivida la jornada anterior en Logroño, los de Debre reaparecieron en la cancha dispuestos a dosificar el esfuerzo y la renta a partes iguales.
El técnico húngaro rotó el banquillo y a falta de doce minutos para la conclusión se mantenía su amplia ventaja del descanso (32-22), pero en ese momento el Teucro tiró de corazón para al menos suavizar la derrota y lo consiguió gracias al 1-6 firmado en ese tramo, con Backovic (autor de 9 goles tras el descanso) como principal estilete.
Sin embargo, la suerte del encuentro ya estaba decantada y el Arrate festejó los 200 partidos jugados en sus filas por el pivote argentino Gonzalo Carou.