29 ene 2008 . Actualizado a las 02:00 h.
Que los altos cargos públicos deben estar bien remunerados es evidente. Sobre sus espaldas recae la responsabilidad de dar servicio a todos los ciudadanos. Lo que no resulta tan comprensible es que los funcionarios designados altos cargos cobren hasta la jubilación un plus si han dedicado más de dos años a tareas de Gobierno. Por varias razones: porque supone una importante carga para las arcas pública, porque no se aplica a los profesionales del sector privado que no disponen de ese complemento cuando dejan de ser altos cargos, pero, sobre todo, porque resulta casi ofensivo para el trabajador de a pie: a ningún empleado le garantiza la ley ningún plus cuando cambia a un trabajo peor remunerado o incluso cuando pierde el empleo.