Las utilización de biomasa para la generación eléctrica está aún pendiente de legislación. Sin embargo, lo que ya es una realidad es el uso de masa forestal en calderas individuales o para comunidades de propietarios. Una solución muy apropiada para entornos rurales, con necesidades energéticas moderadas y cercanas a zonas arboladas.
Las calderas y estufas de biomasa funcionan con pellets, un combustible a base de restos procesados de poda y desbroces. Los dispositivos proveen al edificio de agua caliente y calefacción, y pueden servir, incluso para la generación de electricidad.
Este tipo de calentadores pueden instalarse fácilmente en lugar de otras calderas individuales de gas, aprovechando las salidas de humo de las anteriores. Además, están subvencionadas por Medio Rural y el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE).