Julio Cervero, mecánico del helicóptero del 061 en la base de Piñor
27 ene 2015 . Actualizado a las 02:10 h.Lleva casi 41 años de servicio como técnico de aeronaves, los últimos destinado a cuidar y tener siempre a punto el helicóptero medicalizado que el 061 tiene en la base del hospital de Piñor. Julio Cervero Yubero, soriano que ya se declara gallego, recibió a finales del año pasado la medalla al mérito de Protección Civil por su especial dedicación a los servicios de emergencias, sin tener en cuenta las horas de trabajo.
Su trabajo se prolonga de orto a ocaso, como se recoge en el contrato de la empresa de helicópteros Inaer con el 061. Jornadas que duran 18, 20 o 22 días consecutivos y que en verano suponen «estar disponible entre las siete de la mañana y más de las diez de la noche». Julio Cervero se encarga de que el aparato, un Eco Charlie 135, esté siempre perfecto para volar, realizando las revisiones y el mantenimiento. «El año pasado en Nochevieja se rompió el generador de un motor y estuvimos horas y horas hasta que lo arreglamos», relata.
Julio Cervero es mecánico en tierra pero ha volado «muchísimo» en helicóptero, una máquina en la que todos los espacios están aprovechados al detalle para ubicar los equipos técnicos, la camilla, los asientos del personal médico del 061 y sus útiles. Ahora se dedica al mantenimiento del helicóptero de urgencias médicas, que se puede presentar en cualquier parte de la provincia, especialmente en localidades rurales apartadas, mucho más rápidamente que una ambulancia. Pero antes realizó otros servicios, como seguir desde el helicóptero la Vuelta a España o un evento de De la Cuadra Salcedo con motivo del quinto centenario. También estuvo trabajando en atuneros, realizando campañas de hasta tres meses en África para avistar los bancos de peces para los pesqueros.
El problema de la base del helicóptero del 061 en Ourense es la carencia de un hangar. El hielo acumulado sobre las palas impide volar al aparato, explica, algo que ya ha sucedido alguna de estas mañanas heladas de enero y diciembre. Es una carencia que tiene el servicio en Galicia, pues tampoco en la base de Santiago hay hangar, pero sí en otras autonomías, explica. Para reparar los problemas en el aparato, el mecánico tiene que trabajar en una posición algo incómoda, dado el escaso espacio. Después de cada vuelo hace una revisión y se reposta en el depósito de queroseno de la base.
Respecto al reconocimiento recibido el Día de la Constitución, el veterano mecánico afirma que lo que realmente le importa es «cumplir con mi trabajo y ya está».