Viaje artístico al país de Chuchelandia

OURENSE CIUDAD

27 ene 2015 . Actualizado a las 02:10 h.

Ahí mismo, al país de Chuchelandia, viajó ayer una alumna de 8 años del colegio de Vista Hermosa. Lo hizo asida a su imaginación e impulsada por el combustible de un autobús muy singular, el MuMo. Este vehículo de forma extraña, coronado por un conejo inflable que es una escultura y decorado con una suerte de estrellas que también son arte contemporáneo, aparcó ayer en las inmediaciones de Ervedelo para lanzar en Ourense el mensaje que ha propagado entre 43.000 escolares durante los 30.000 kilómetros recorridos desde el 2011: algo así como que el arte os hará libres.

Este museo móvil, que en los próximos días finalizará su gira española con paradas en Vigo y Pontevedra, es una propuesta didáctica de la asociación francesa L?Art á l?Enfance, que pretende familiarizar a los niños con el arte contemporáneo, convencidos de que «a través del arte formamos personas más abiertas y generosas, ayudamos a eliminar las fronteras y transformamos nuestra forma de mirar el mundo».

Catorce obras, creadas expresamente por artistas de prestigio, integran este peculiar museo. La convivencia en armonía es el eje temático; su expresión plástica, variada -vídeos, instalaciones, diseño, cerámica...- pero poco que los ojos de un niño acierten a definir como arte a la primera. Aquí no hay cuadros.

Magali Trinquier es una de las educadoras de este camión museo y destaca, sobre todo, la libertad de imaginar y la falta de prejuicios de los niños para mirar y sacar conclusiones sobre lo que ven.

Nico, de 8 años, descubre un edificio destruido por la guerra civil en una escultura cerámica de Miquel Barceló y su compañero Santi adivina en una imagen deformada el efecto de globos invisibles llevando una casa al cielo. Observando por una mirilla la misma pieza de Maurizio Cattelan,

Imagina

, cinco niños ven un ciervo; tres, un caballo; dos, un lobo y el resto, un pájaro, un pato, un perro, un guepardo, una cabra... La diversidad y el punto de vista son, en esta ocasión, el objeto de reflexión.

Otro artista, James Turrell, hace una propuesta de luz y sonido para experimentar individualmente en un espacio cerrado. «¿A dónde has viajado?», pregunta el monitor. Las respuestas son inalcanzables: A Huevoluzandia, al futuro, a Chuchelandia, a un país multicolor donde no hay contaminación y todo el mundo es feliz, al reino de la fantasía... Y algunas desnudan directamente el subconsciente: «A Colombia, y estaba con mi familia».