Luis Quinteiro anuncia al clero el nuevo geriátrico

j. m. g. ourense / la voz

OURENSE CIUDAD

Les dice que será el futuro obispo el que decidirá sobre la residencia que inquieta a la curia

13 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El obispo de Tui-Vigo y administrador apostólico de Ourense, Luis Quinteiro Fiuza, envió recientemente una carta personal a todos los sacerdotes ourensanos para hablarles del polémico geriátrico que la diócesis acaba de construir en el Seminario Mayor. Ante el malestar surgido tras la visita guiada que un responsable de la empresa privada que llevará la residencia hizo a un grupo de clérigos, mostrándose estos escandalizados, monseñor Quinteiro les dice por carta que con esta residencia se cumple lo que en su día acordó el consejo presbiteral, de tener un geriátrico para sacerdotes. De igual modo les comunica que será el futuro obispo de Ourense quien decida cómo actuar en relación con este geriátrico.

A través de la misiva, advirtiendo que no dispone de otro medio para hacerlo, les comunica: «Felizmente han terminado las obras y el equipamiento fundamental de la nueva residencia geriátrica para sacerdotes en el Seminario Mayor». Quinteiro añade: «Se ha intentado que la residencia responda a los deseos manifestados en su momento por la mayoría de los sacerdotes de la diócesis». Ese deseo del clero no es otro que el de que todo sacerdote de esta diócesis, ya sea enfermo o mayor de edad, tenga en esa residencia un lugar donde ser acogido y cuidado dignamente, sin tener en cuenta las condiciones económicas en que se halle. «Pues bien, estas obras están terminadas y nuestro deseo es una realidad», señala Quinteiro.

«Desde que he sido nombrado obispo de la diócesis de Tui Vigo tuve claro que la finalización de este proyecto le correspondería al nuevo señor obispo de la diócesis», señala el administrador apostólico. Y añade: «Finalizada la obra y en mi condición de administrador apostólico de la diócesis, sigo pensando que debe ser el nuevo obispo quien inaugure la obra y la ponga en marcha según sus decisiones y directrices. A mí me corresponde garantizar que cuando venga el nuevo señor obispo no encuentre ningún obstáculo para que pueda tomar estas decisiones con absoluta libertad».

Sin embargo esta carta, indican varios sacerdotes, no les dice nada nuevo porque aseguran que a ellos se les enseñó la residencia y en esa visita les quedó claro por el gerente de la misma que será privada, con la mayoría de habitaciones dobles y que costará entre 1.500 y 2.000 euros al mes, abierta a la sociedad. Los curas indican que ya hay personal nuevo en cocina y alguna azafata. Y todo esto no se corresponde con la idea inicial aprobada. «Recibimos la carta de monseñor Quinteiro pero nada de eso hay en la realidad», dice un sacerdote. El clero sigue asombrado.