Sentidiño

Fina Ulloa H

OURENSE

24 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

ay críticas políticas que, de verdad, ofenden al sentido común del ciudadano. Es curiosa, por ejemplo, la proliferación de quejas por inmuebles, como si éstos se hubiesen rebelado contra la gestión de la Xunta del PP. Más de un centenar de trabajadores del Chuo firman una denuncia en la que alertan de que el hospital Santa María Nai está poco menos que a punto de caerse por las grietas, y el BNG dice en el Parlamento que el mismo edificio tiene aluminosis. Todo esto no ocurría con el bipartito y aunque el edificio tiene más de cuarenta años, ha esperado a este momento para dejar ver sus heridas como si de pronto, en apenas dos años, le hubiera salido un sarpullido anti-PP que lo ha puesto malísimo de la muerte. Algo parecido debe estar atacando al castillo de Monterrei. El diputado autonómico Juan Carlos Francisco Rivera critica la «escandalosa situación de abandono» a la que según el socialista está sometida la fortificación por el «nulo interése da Xunta» para recuperarlo. Lo mismo que el hospital, la fortaleza, construída en el siglo XII, reacciona negativamente a la entrada del nuevo gobierno en 2009, ya que antes -véanse hemerotecas- era ejemplo, orgullo nacional y lugar elegido por el bipartito para escenificar la Revolta dos Irmandiños, con la que por cierto se logró un récord Guinness por el mayor juego de rol en vivo. Se ve que cuando los socios nacionalistas eran quienes tenían la llave de la fortaleza, el socialista, que de aquella era concejal de Verín, no la percibía tan desastrada.