El festival internacional se podrá visitar hasta noviembre
15 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.YEl Festival Internacional de Xardíns de Allariz abrió ayer sus puertas al publico. Hasta el mes de noviembre los alaricanos y los visitantes podrán pasear por cada una de las siete propuestas a concurso -que este año se centra en la moda- además de participante en cada una de las actividades paralelas al propio certamen. A la entrada los visitantes son recibidos por una jardín en grandes dimensiones, en donde caracoles y setas descomunales invitan a hacerse más de una foto. Seguidamente aparecen las propuestas y es cuando la moda es la protagonista.
El festival Internacional de Xardíns abrirá desde hoy y hasyta el 1 de julio con horario de tarde de lunes a viernes y os sñabados y domingos por la mañana y la tarde. Durante los meses de verano se amplían las visitas todos los días. Además, y a partir del próximo sábado, un gran mercado de flores permitirá a los visitantes comprar las diversas flores que se integran en los propios jardines del certamen.
no se pone en duda el Festival Internacional de Jardines como uno de los proyectos estrella del Corredor Temático del río Arnoia; ni el objeto y sumario del certamen alrededor del hombre y la naturaleza; ni el acierto económico, paisajístico y publicitario de la infraestructura creada por el gobierno municipal de Allariz. Pero resulta desafortunado el nivel de contenidos, ergo propuestas concursantes, de la edición de 2011. Y baste decir, y sirva de resumen a la crítica, que la estampa etnográfica, el jumento y la noria, constituye el mayor atractivo del festival de este año, inaugurado bajo el lema «A moda no xardín». Y adelante. Un vestíbulo, en el que se hace el único guiño a la floricultura, con elementos tan recurrentes como caracoles, macetas, setas, arañas o vermes, protagonistas por tamaño que no por calidad artística, que evocan cualquier parque o exposición al respecto. Ausencia de toda referencia al paisaje, de innovación en jardinería, que cuaja en una pretendida apariencia de diseño de espacios, marchita, vulgar y sin creatividad alguna, en combinación con una serie de componentes redundantes, por tópicos, de la confección textil: la manida pasarela, reiterada en varias de las propuestas, espejos reincidentes, la obviedad de los probadores, telas, tramas, colores?, un banal brindis a lo meridiano, a lo fehaciente, y que deja la concepción más simplista de la fotografía, por ejemplo, en máquina y carrete, y que adornada además de la mejor palabrería neutra, denota una absoluta falta de lúcida fantasía, de sensibilidad visionaria. Y para este viaje no se precisaba tanta alforja, y quizá el éxito haya de venir por lo accesorio, el exigente calendario de actividades programadas alrededor del evento.