Los encantos del porco celta cautivaron a 800 comensales

Rubén Nóvoa Pérez
rubén nóvoa OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Beariz acogió la quinta edición de esta fiesta gastronómica

21 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Chorizos con patatas, jamón y paleta de porco celta, queso con miel de Beariz y un guiño a la gastronomía alemana con un pastel de carne bañado en salsa de cerdo asado acompañado de cerveza. No, definitivamente ayer el pabellón de Beariz no era el lugar indicado para personas a dieta.

La quinta edición de la Festa do poco celta reunió en esta localidad ourensana a unos 800 comensales hambrientos de degustar un producto con un denominador común: el de la calidad. La fiesta que ayer se celebró se dedicó al pueblo alemán que estuvo representado por Ramiro Vieito, que es el coordinador federal de instituciones gallegas en Alemania.

Pregón humorístico

Antes de lanzarse a las bandejas con el preciado manjar, los asistentes tuvieron que asistir a la inauguración del evento. Del pregón se encargó Xacobo Pérez, del equipo de humoristas del programa Corre carmela que chove que se emite en V Televisión. En su humorístico pregón no faltaron las conexiones con el rey Juan Carlos I y con la Duquesa de Alba. Después llegó el turno de obsequiar al presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, quien devolvió los halagos: «Quero agradecer esta iniciativa que sementa para recoller, porque aposta pola calidade».

Además de la degustación del porco celta, los asistentes a la quinta edición de esta fiesta pudieron visitaron los diferentes puestos instalados con artesanía y productos gastronómicos variados con presencia destacada del pan de cea, embutidos gallegos o de licor café.

Dominio del PP

La Festa do porco celta, cuyo cartel fue elaborado por el artista carballiñés Juan Valcárcel, se convirtió en un desfile de políticos del PP. Encabezados por Feijoo se dejaron convencer por los encantos de la gastronomía de Beariz el conselleiro de Educación, Jesús Vázquez, el delegado de la Xunta, Rogelio Martínez, o el presidente de la Diputación, José Luis Baltar. Este último visiblemente molesto porque un error de agenda le hizo llegar tarde al acto inaugural.