La paciencia de los vecinos del barrio de O Pino ha llegado a su fin. Ayer se concentraron, en torno a un centenar, para paralizar de manera simbólica los trabajos que se están ejecutando a la entrada de la ciudad. El motivo de la protesta del colectivo vecinal está en las molestias que, según sostienen, están provocando los trabajos.
Los residentes de los núcleos de Bobadela, Rezavella y Tarascón denuncian que la presencia de maquinaria pesada está destrozando los caminos y que los accesos se encuentran cerrados, lo que provoca que tengan que realizar un largo rodeo para acceder a sus viviendas. «El camino de acceso a las viviendas se ha convertido en un barrizal con las lluvias y el paso de los camiones», indicaron los afectados.
Además, los afectados por las obras demandan del ADIF que mantenga el paso frente a las torres de O Pino que, según aseguran, la empresa que ejecuta las obras pretende tapiar. La simbólica protesta estuvo encabezada por un par de pancartas, en las que demandaban «respeto» a los vecinos durante la ejecución de los trabajos.
En la jornada de ayer, un grupo de afectados fue recibido por el alcalde de Ourense, el socialista Francisco Rodríguez. Según detallaron los vecinos tras el encuentro, el regidor ourensano se comprometió a mediar ante el ADIF para que sus demandan sean tenidas en cuenta en un futuro.
Las exigencias vecinales también llegan a que se cumplan los planes de seguridad y prevención de riesgos, ya que consideran que están totalmente desatendidos.