Baltar: «A maquinaria Baltar vai mostrar, unha vez máis, quen manda no PP de Ourense»

OURENSE

30 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Antes de la fiesta-concierto de Los Limones en la plaza de As Mercedes, José Manuel Baltar Blanco cerró su campaña por la presidencia provincial del PP de Ourense con un acto en el centro de Caixanova de la avenida de Pontevedra. Allí destiló el candidato su discurso más agresivo, señalando con nombres y apellidos a los que calificó como «impresentables» o «tramposos», que no son otros que sus oponentes en el cargo.

Ante una sala llena de militantes -con su madre, Alicia Blanco, en la segunda fila- que arengaban cada una de sus frases, José Manuel Baltar aprovechó el tirón de su padre mostrando una serie de diapositivas en las que este salía junto a Alberto Núñez Feijoo. En una, sacada de un periódico, aparecía el titular: «Maquinaria Baltar». Este mensaje le sirvió para hacer una advertencia a los presentes y a sus oponentes: «A maquinaria Baltar vai mostrar unha vez máis quen manda no PP de Ourense», dijo.

Su intervención fue precedida por las de los que fueron sus coordinadores de campaña en los cinco distritos de la capital: María Antonia Rilo, Juan Rivero, Martín Amaro, Teresa Rodríguez y Odilo Masid. Este último tuvo un mensaje para los compromisarios que iban a apoyar a Baltar para que no se amilanen ante las críticas: «Se algún vos di algunha imbecilidade, non fagades caso. A palabras húmidas, oídos impermeables».

Baltar fue presentado por la economista Beatriz Tejada, de la que dijo que con ese acto iniciaba su trayectoria política. Tras su intervención, comentó cómo se desarrolló su campaña, señalando con nombres y apellidos a los que cambiaron de criterio y acabaron apoyando a Jiménez. La junta local de la capital, el alcalde de Viana, Andrés Montesinos, y el ex regidor de A Mezquita y diputado provincial y hermano del anterior, Francisco José Montesinos, estaban entre ellos. Del otro candidato dijo que era un «auténtico tramposo» por presentar avales dobles y que «ninguén quere facerse unha foto con el».