Cuando Eloína Núñez tomó posesión como gerente del Complexo Hospitalario de Ourense, la conselleira de Sanidade, Pilar Farjas, cometió en varias ocasiones el desliz de llamar Complexo Hospitalario Universitario de Ourense al Chou. Ese apellido, universitario, es lo que ahora ha unido a todos los estamentos sanitarios para exigir reconocimiento oficial a una situación de facto .
Tanto la gerencia como el colegio de médicos, el representante de docencia del Chou y el colectivo de facultativos de primaria y hospitalaria de la provincia se han puesto manos a la obra para que el próximo curso sea un hecho el apellido que Pilar Farjas le puso al Chou hace algo más de un año. Para muchos, de hecho, el desliz de la conselleira no fue tal ya que, dicen, en la práctica el Chou es un hospital universitario -por su labor docente, por la capacidad de sus profesionales y por su propia actitud-; solo falta que la administración lo incluya también en los papeles. Y el momento parece el más oportuno.
Desde 1978 veinte licenciados se incorporan cada año al Chou para realizar la especialidad por la vía MIR y permanecen en el hospital durante 4 años. Otra vía, en concierto con la Universidade de Vigo, ha sido la de ciclos formativos del curso de doctorado. La tercera propuesta formativa es la que arrastra el cuño universitario: la docencia de pregrado.
«O Chou -explica Ovidio Fernández, representante de docencia del hospital- fixo un concerto coa Universidade de Santiago e impartía docencia de pregrao no curso de práctica clínica hospitalaria para alumnos do último curso. Impartiuse moitos anos e para elo a Facultade de Medicina convocou cinco prazas de profesores asociados. O curso pasado, cremos que por presión de Vigo e Coruña, prohibiuse impartir esa docencia no resto dos hospitais e só impartimos docencia de práctica clínica nos veráns».
Clave para enfermería
En espera de un concierto oficial, el Chou obtuvo autorización este curso para que nueve alumnos realizasen la práctica clínica en sus instalaciones.
La creación de una unidad docente de pregrado es, además, imprescindible para garantizar la pervivencia de los estudios de enfermería después de los cambios del plan Bolonia.