La Policía Local de Ourense va a establecer turnos de patrulla en el parque ferroviario de la asociación Foula especialmente en las noches de los jueves, viernes y sábados, para evitar que se sigan produciendo más destrozos en este recinto recreativo único en Galicia por causa del gamberrismo y de los efectos del botellón. Esta actividad se añade a su calendario de vigilancia de puntos conflictivos en toda la ciudad esos días de la semana.
Los agentes se desplazaron ayer hasta el parque para evaluar los daños. Los dos árboles que fueron cortados con una sierra así como parte del asiento de uno de los bancos de la estación, son algunas de las acciones violentas hechas por desconocidos en los últimos días. A ello se suma el destrozo de un banco de piedra, el arrancar y quemar carteles, hacer pintadas y dejar todo lleno de basura, además de lanzar piedras al tejado de las naves de la asociación. Hace unos días arrancaron uno de los trozos de vía situados junto a la placa giratoria que recrea este elemento que permitía a las locomotoras de vapor cambiar de vía en el depósito de locomotoras.
El Concello de Ourense, desde su concejalía de Medio Ambiente, tiene previsto prolongar hasta el parque de Foula la mejora que se viene haciendo desde el vecino parque de A Canle. El titular de este departamento municipal así lo reconoció ayer. Que van poco a poco y a medida que la mejora de A Canle se aproxima a Foula, se hará el adecentamiento necesario en este parque para que quede todo integrado en un complejo recreativo y debidamente protegido, sobre todo este último por las instalaciones que allí hay, sin olvidar el valor del material rodante y de exposición que se custodia en la nave aneja. Allí se guardan las diversas composiciones de trenes de Foula, aparte de hallarse el taller y el Aula Ferroviaria de una asociación cuya actividad es modélica en Galicia.
Sin denuncia
No se hizo denuncia alguna por los hechos recientes. «Polo día veñen os veciños da zona a pasear pero pola noite ninguén ve nada e os gamberros poden andar por aquí ás súas anchas. Se ninguén denuncia cando ve por aquí aos rapaces do botellón, ninguén se entera do que podan facer na escuridade do parque», explicaba ayer Manuel Hernández, uno de los responsables de Foula. Otro problema que se da en este parque desde hace unos días es que no tiene energía eléctrica. «Ao rematar as obras do parque a carón noso, cortaron a luz de obra pero cortaron tamén a nosa».
Para este circuito de vía de 6 pulgadas por la que ruedan composiciones de modelismo tripulado hay una variedad de señales, como las del ferrocarril de verdad. Están debidamente diseñadas y todas tienen su lugar en esta maqueta gigante. Se conservan porque las recogen y las guardan en la nave. Pero los carteles debidamente diseñados que se exhiben en la pequeña estación, con los horarios del circuito y demás detalles, no duran allí colgados. Los arrancan y los queman.
Ayer se recibieron llamadas de distintos puntos de España donde existen otros parques ferroviarios de este tipo, en favor de que dejen de producirse desperfectos por acción de los vándalos. El circuito de vías de Foula es un reclamo como no hay otro semejante en la comunidad autónoma gallega. Hay planes para ampliarlo si se consigue más terreno e incluso para mejorar y rectificar la vía, que discurre a lo largo de trescientos metros por todo el parque. Pero los responsables de Foula prefieren aguardar a que cambie la situación. Confían que el Concello haga el deseado cierre.