La opción saludable de Fonte do Sapo

Uxía Souto

OURENSE

La fuente de aguas minero-medicinales sirve de excusa a muchos vecinos y visitantes para pasear, organizar tertulias o jugar a las cartas en plena naturaleza

26 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Una frondosa vegetación, tranquilidad y aguas medicinales son los elementos que conforman la tarjeta de presentación de la Fonte do Sapo en Verín. Llueva o haga sol, los agüistas, vecinos y visitantes peregrinan hacia este manantial, durante cada día del año, convirtiéndose en uno de los más visitados del municipio.

Ahora en verano es, además uno de los destinos preferidos para el ocio vacacional. Situado a dos kilómetros del centro de la villa del Támega, en dirección a Castilla, y en medio de un paisaje bucólico se encuentra este manantial donde el agua nace entre rocas, como una fuente rústica. Aunque se puede acceder en coche, lo ideal es hacerlo a pie o en bicicleta, para contemplar la belleza del lugar. «Es un paraje idílico, en medio de la naturaleza, aislado del mundanal ruido y donde la tranquilidad es absoluta», reconoce Manolo Sánchez, uno de los agüistas.

Tras su remodelación, en los últimos años, esta fuente se ha convertido en el mejor rincón para pasar las calurosas tardes de verano en la localidad, acompañados, eso sí, de un vaso de agua fresca y que aporta, además, sus propiedades mineromedicinales.

Las aguas tiene una composición semejante a los restantes manantiales de Verín, litínica, fluorada, bicarbonatada y ligeramente sulfurada, su consumo está destinado al aparato gastro-hepático y a los trastornos urinarios. "Además, también es adecuada para la garganta, oído y vista", nos asegura Julio Velasco Conde, recordando que "si a finales de octubre vienes durante 10 o 12 días a beber a la Fonte do Sapo, no te resfrías durante todo el invierno". Sin embargo, esta agua posee una peculiaridad que la diferencia de las restantes: está indicada para los problemas de piel. Por este motivo, es frecuente ver a agüistas recogiéndola para aplicarla sobre la misma, eso sí, por motivos de salubridad no pueden lavarse en el propio manantial. «Muchos acuden por recomendación médica, otros por amigos o familiares, durante 10 o 15 días, que es lo suele durar el tratamiento», afirma Manolo Sánchez, y «el que viene siempre vuelve, ya que sus propiedades curativas están demostradas.

Y aunque los meses de primavera y verano son los de máxima afluencia, debido al buen tiempo, los verinenses y agüistas reconocen que es un lugar ideal para descansar y relajarse durante todo el año, y «un manantial que todo turista que se acerque hasta Verín debería visitar», asegura Julia Rodríguez Jiménez. Así que ya saben, si buscan relajarse del estrés y mejorar de paso su salud acérquense hasta la Fonte do Sapo.