La comunidad educativa de Viana recordó a Xesús R. Jares

OURENSE

31 ene 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Xesús R. Jares fue un claro ejemplo de que nadie es profeta en su tierra. Respetado pedagogo incluso más allá de nuestras fronteras, el reconocimiento por parte de su localidad natal, Viana do Bolo, le llegó a título póstumo y cuatro meses después de su fallecimiento.

La comunidad educativa de Viana, así como las vecinas de Vilariño de Conso y A Veiga, impulsaron el reconocimiento a uno de los fundadores de Educadores pola paz, una entidad, la primera de este tipo en Galicia, cuya idea ha sido copiada en otras latitudes. Jares es un nombre muy reconocido entre aquellos que piensan que un mundo sin conflictos es posible.

El retraso, eso sí, fue compensado buscando una fecha señalada. El día de la Paz, esa que Jares tanto defendió y sobre la que tanto habló hasta sus últimos días. Fue en una escenificación teatral en la que se reprodujo el sueño de Jares, «dunha escola diferente na que se coñeceran palabras como respecto e mediación», explicó Óscar López. Sueños, cooperación, respeto y mediación fueron las palabras escogidas por los diferentes centros educativos participantes (los colegios de Viana, Vilariño y A Veiga, además del IES Carlos Casares vianés) para recordar la figura de este hombre.

Su nombre en el instituto

Un emotivo vídeo recordando la vida del pedagogo dio paso a la intervención de su viuda, Paz Raña, que, junto a su hija Sira, no pudo reprimir las lágrimas en varios momentos del homenaje. Raña aseguró que «Suso, nestes momentos, está tan orgullo da súa terra, da súa xente, dos seus alumnos... Seguramente, esté onde esté, un sitio con moita paz, lembre a frase de que a esperanza está plagada de soños que soñamos despertos». Antes de despedirse, Raña quiso reconocer el trabajo realizado por educadores y escolares para preparar el acto de ayer. «Canto traballo e dedicación para esta escola de paz», remató.

La celebración de la efeméride en tierras vianesas terminó con una manifestación hasta la plaza del Pilón. Una pancarta en recuerdo de Jares fue ondeada por los más pequeños hasta la fuente, que llenaron de palomas blancas. El símbolo de la paz inundó la fuente que fue erigida en recuerdo de varios vecinos fusilados durante la Guerra Civil.

Además, desde ayer, Jares da nombre al salón de actos del IES Carlos Casares.