Baltar decidirá esta semana el futuro del gobierno local al quedar el partido con el único apoyo del regidor.
18 nov 2008 . Actualizado a las 11:26 h.Ni uno. La sesión plenaria extraordinaria convocada para ayer por el alcalde de Vilamartín, Manuel Candal, se desarrolló sin contar con la presencia de ninguno de los cinco concejales que componen con el veterano regidor el gobierno (Antonia González Valeiras, José Pinto, Ruperto Rodríguez y Antonia González Fernández, además de su propia hija, María Jesusa Candal). Fue la evidencia de la ruptura del gobierno, que se vislumbrada desde que hace un par de semanas un sector del partido pidiese su dimisión.
Y precisamente los ausentes fueron los protagonistas, al dejar al alcalde en inferioridad absoluta frente a la oposición, que aprobó dejar para otra sesión el debate sobre los dos puntos incluidos en la orden del día: la aprobación de las cuentas del 2007 y del nuevo plan xeral de ordenación municipal. En la orden del día se escudaron los ausentes a la hora de justificarse. Lo hicieron a través de un escrito «suscrito por unos concejales (entre los que no figuraba su hija)», apuntó Candal, que fue leído por el secretario. «Tendo en conta a celeridade coa que fomos convocados» y la imposibilidad «de coñecer cal é a situación económica do Concello e se está nos parámetros legais», al tiempo que aseguraban que «o PXOM que se propón non responde ás necesidades e intereses para a mellora do municipio», consideraron «máis axeitado deixalo para outro momento», explicaba el texto.
Hacían palpable así su total rechazo a la gestión de Candal, y se daba por roto el gobierno, según palabras del propio regidor. Ahora le toca al presidente provincial, José Luis Baltar, recomponerlo. Tras sus entrevistas con Candal de la semana pasada, anunció que ayer mismo se reuniría con el resto de ediles de Vilamartín e incluso con los demás miembros del partido. Una cita que no llegó a producirse, pero que desde el partido apuntan a que se celebrará «esta misma semana», sin concretar más la fecha.