La eliminación de los símbolos franquistas que perviven en la capital se aprobará en el próximo pleno del Concello de Ourense. En concreto, será el BNG el que presente una moción para que desaparezcan de los callejeros todas las referencias a la dictadura. La intención de los nacionalistas es que las calles con nombres relacionados con el régimen recuperen la nomenclatura anterior. Para los casos en que no sea posible -porque la calle no existía o porque el nombre ya se usa en otro vial de la capital- se creará una comisión mixta, formada por las tres fuerzas políticas para encontrar un nombre de consenso que cuente con el apoyo de PP, PSOE y BNG.
Cambios
Recurrir a esta comisión será necesario en el caso de calles tan emblemáticas como Capitán Eloy, que en la época anterior a la dictadura franquista se denominaba Basilio Álvarez, nombre que ahora ha adoptado un vial de nueva construcción en el barrio de A Ponte. La medida, que deberá ser aprobada en el pleno municipal, sería de una puesta en práctica inmediata, ya que desde el BNG indican que se basarán en un estudio realizado por Alfonso Monjardín sobre la presencia franquista en las calles de la capital.
Cuestión de agenda
Este anuncio de los nacionalista, que desde hace tres meses tienen responsabilidades de gobierno en el área de Cultura del Concello, llega un día después de que el grupo del BNG en la Diputación presentase una moción para exigir al presidente José Luis Baltar la retirada de esta simbología de la provincia, cuando no habían promovido una actuación similar donde tienen responsabilidad de gobernar.
En las filas nacionalistas apuntan a que la moción que ahora se debatirá en el Concello en octubre estaba prevista presentarla el mes pasado. Con esta modificación, Concello y Diputación debatirán en sus respectivas sesiones plenarias sobre la misma cuestión en un margen escaso de una semana.
Antecedentes
En principio, la aprobación de esta demanda sobre la retirada de la simbología franquista de la capital debería de salir adelante, ya que en 2004 el BNG presentó una moción en los mismos términos que fue respaldada por el grupo socialista, pero que contó con los votos en contra del Partido Popular. Ahora con el presumible apoyo de sus socios de gobierno sería suficiente para eliminar las referencias a la dictadura en la capital.